Buenos Aires, Argentina.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, aseguró hoy que el debate sobre el aborto va a "continuar", horas después de que el Senado rechazara un proyecto para legalizarlo, y apostó por distribuir anticonceptivos de larga duración para frenar los embarazos no deseados.
"El problema está y tenemos que seguir trabajando para que todas esas chicas realmente tengan la posibilidad de elegir", afirmó el mandatario en declaraciones a la prensa tras mantener una reunión de Gabinete en la Casa Rosada, sede del Gobierno en Buenos Aires.
Sus declaraciones llegaron después de que esta madrugada la Cámara Alta frenara un proyecto que ya había sido aprobado por la Cámara de Diputados en junio pasado para garantizar el aborto legal, seguro y gratuito en el país, con el voto en contra de 38 legisladores frente a los 31 que estuvieron a favor.
Para Macri, se trata de uno de los debates "que comienzan y que van a continuar" porque los argentinos están "madurando" y "entendiendo lo que es vivir en democracia" y "escuchar al otro".
Asimismo, para hacer frente al elevado número de abortos clandestinos -354.627 al año, según el Ministerio de Salud- consideró "muy importante" seguir trabajando en una formación integral de los profesores de las escuelas que incluya "el capítulo de la educación sexual".
El presidente también insistió en la necesidad de distribuir métodos anticonceptivos de larga duración en el país porque son "mucho más efectivos en estos temas" y hacerlo, especialmente, en las provincias del norte y la de Buenos Aires, que son las que registran una mayor cantidad "de embarazos no deseados".
La sesión parlamentaria en el Senado duró alrededor de 16 horas y causó una gran movilización feminista en las calles aledañas, en otros puntos del país y en ciudades de todo el mundo.
La iniciativa, que impulsa la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito desde hace 13 años, buscaba despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación.
El Código Penal vigente desde 1921 considera el aborto un delito, aunque contempla que "no es punible" cuando es necesario evitar un peligro para la salud de la mujer o cuando el embarazo es producto de una violación.