Londres, Inglaterra.

Una fecha histórica a causa de una ola de protestas azotó los partidos de la NFL este domingo después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solicitara la liga que los jugadores que se manifestaran contra la desigualdad racial durante el himno nacional fueran despedidos.

La primera protesta tuvo lugar en el juego de la NFL celebrado en el estadio de Wembley de Londres, Inglaterra; entre los Jaguares de Jacksonville y los Cuervos de Baltimore, donde alrededor de una docena de jugadores de ambos equipos se arrodillaron durante el himno mientras que otros permanecieron de pie con los brazos entrelazados.

Entre los que se cruzaron de brazos estuvo el dueño de los Jacksonville Jaguars, Shad Khan, quien donó un millón de dólares a la campaña electoral de Trump en 2016, en este corejo los Jaguares aplastaron 44.7 a los Ravens.

Las protestas de Londres fueron respaldadas y replicadas a través en los otros partidos de la NFL de este fin de semana

En el Gillet Stadium, cerca de 15 miembros de los Patriotas de Nueva Inglaterra, actuales  campeónes del Superbowl, se arrodillaron durante el himno nacional, junto con el mariscal de campo Tom Brady enlazó su brazos con sus compañeros.

El propietario de los Patriotas Robert Kraft, emitió una declaración que estaba "profundamente decepcionado" por las declaraciones de Trump.

En el Soldier Field de Chicago, los Pittsburgh Steelers permanecieron dentro de los vestidores durante el himno previo al partido ante los Osos.

En Detroit, Rico LaVelle, encargado de interpretar el himno nacional, puso una rodilla en tierra al final de su actuación, junto con al menos ocho jugadores de los Leones de Detroit que se hincaron durante el himno, junto con su rival en turno los Halcones de Atlanta, incluido el dueño de la frranquicia Arthur Blank, entrelazaron sus brazos.

Más de 20 jugadores de Cleveland Browns se arrodillaron durante el himno antes del juego contra los Colts en Indianápolis, al igual que todos los cotejos realizados en la semana 3.