Guadalajara, Jalisco.
Jalisco vive una catástrofe humanitaria ante el incremento de personas desaparecidas y con una política pública impune, denuncian investigadores de la Universidad de Guadalajara en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
La coordinadora del Comité Universitario de Análisis en materia de desaparición de personas, Dolores del Carmen Chinas Salazar, advierte que sin un mapa, ni diagnóstico integral focalizado y ante la ausencia de una política pública coordinada y eficaz, el problema se agudiza en la entidad.
“El gobernador Enrique Alfaro suele reaccionar con hostilidad hacías las demandas, protestas y peticiones de ayuda, la tendencia es a borrar, ignorar u hostigar los reclamos de los familiares y otras voces críticas que demandan soluciones que no se están generando".
Además, agregó que:
"Detrás del silencio oficial, la publicidad triunfalista y los discursos autocomplacientes se observa una operación cotidiana limitada, precaria e improvisada a la que le falta muchos recursos humanos, institucionales y técnicos".
Por su parte, la también integrante del Comité, Denisse Ayala Hernández, advierte que el Estado ha sido omiso de reconocer un problema que cada vez se agudiza y de garantizar la garantía de no repetición.
“Reconocer la magnitud de la catástrofe humanitaria que vive Jalisco al ser un estado que está colocado desde hace tiempo como el estado más desaparecedor, el estado que viola sistemáticamente los derechos humanos, y no reconocer el problema es una estrategia inhumana, criminal lo hemos dicho desde el Comité".
Jalisco, ocupa el segundo lugar a nivel nacional con cerca de 13 mil víctimas de desaparición reportadas, cuando hace una década no figuraba este delito.