Guadalajara, Jalisco.
En Jalisco y en el occidente del país hay un déficit de gerontólogos.
Sin embargo, pese a que el perfil del gerontólogo se requiere para atender a las personas mayores de 60 años de edad y para diseñar programas de apoyo para ellos, la realidad es que en la sociedad y en el servicio público, se desconocen las actividades que realizan estos profesionales.
En el contexto del Día del Adulto Mayor, Tania Granado Gil, coordinadora de la carrera de Gerontología en el Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), informó que, tras ocho generaciones de egresados, hay 48 titulados, de los cuales 15 laboran en el sector salud, en casas de descanso para adultos mayores y otros estudian un posgrado sobre el tema.
Imelda Orozco Mares, jefa del Departamento de Salud Poblacional del CUTonalá, explicó que en la ciudad hay 200 casas de descanso para personas de la tercera edad y por lo menos deberían tener un gerontólogo, algo que no sucede.
“Hay un déficit de gerontólogos en el estado y en la región Occidente. Se calcula que un gerontólogo debe atender a 100 personas, lo cual no lo cubrimos. Tenemos un serio problema con el posicionamiento social de la profesión en nuestra sociedad. Normalmente vivimos pensando en la enfermedad y pensamos que a quien voy a necesitar es a un médico geriatra que me va a atender”, afirmó.
La licenciatura de gerontología que imparte la Universidad de Guadalajara (UdeG) en el CUTonalá, es la única en el estado, indicó Tania Granado Gil, coordinadora de la carrera.
“Es el único profesional experto en temas de envejecimiento, vejez y adulto mayor y por lo tanto interviene en actividades de planeación y promoción, con la finalidad de diseñar, ejecutar, evaluar programas gerontológicos”, detalló.
El reto mayor de la carrera de gerontología es lograr que los egresados se inserten en el mercado laboral, pese a que su perfil es muy necesario, reconoció Neyda Mendoza Ruvalcaba, profesora-investigadora del CUTonalá.
“Desde 2003 se han abierto 20 programas más. Este programa en gerontología enfrenta muchos retos. El principal es el estatus profesional del gerontólogo y su reconocimiento como profesional que tiene competencias muy específicas, que convive y trabaja con otras profesiones y que el reto está en acceder al mercado laboral en el que tiene que insertarse”, expresó.
En Jalisco hay 800 mil personas mayores de 60 años, de las cuales 11.5% vive solo, 16.5% tiene deterioro cognitivo, 21% tiene hasta cuatro enfermedades crónicas y 35% se ha caído una vez en el año reciente, según una investigación realizada por el CUTonalá.
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