Ocotlán, Jalisco

Integrantes del partido Hagamos en Ocotlán alzaron la voz este sábado, por el endeudamiento al estado de Jalisco por parte del gobernador Enrique Alfaro, que aseguraron, ya suma más de 20 mil millones de pesos. En la plaza principal de Ocotlán, compartieron con las personas de la capital del mueble los proyectos que han ido sumado a esta deuda, de los cuales habló el ex candidato a la presidencia de este municipio, Alejando Torres Oregel:

“La deuda es enorme, para que la paguemos ni siquiera, en nuestra generación, se necesitarán más generaciones para que la paguen, y a la vez cumplir con los tratos que se ha hecho, de la limpieza del río (Santiago), la deuda para la linea cuatro del tren ligero, pero sobre todo la seguridad en la desaparición de tantas personas, jóvenes ciudadanos y adultos de Jalisco”.

Del mismo modo,  mencionaron el préstamo solicitado para atender la pandemia del COVID-19 en el estado, por más de seis mil doscientos millones de pesos, el cual acusaron, una parte terminó en los bolsillos de empresarios restauranteros a dónde fueron a consumir funcionarios públicos, en lugar de usarse para fortalecer la infraestructura hospitalaria, como se había prometido.

Por estos motivos, Hagamos Ocotlán no sólo llamó a rendir cuentas al ejecutivo estatal, si no que incluso pidieron su renuncia, así lo dijo el Coordinador político de la comisión ejecutiva de Ocotlán, Jesús Apolinar Figueroa Martínez:

“Que se de cuenta, que las acciones que está llevando a cabo, únicamente están afectando al estado de Jalisco, y por eso también desde esta plaza pública, le exigimos la renuncia al gobernador inmediata, para que pueda dar oportunidad a una persona capaz, y una persona que pueda estar al frente del estado y que lo lleve nuevamente a ser uno de los estados más importantes del país y no sólo a ser, como lo es ahora mismo, uno de los estados con más desaparecidos en México”.

Finalmente, compartieron como Hagamos se ha vuelto una de las pocas fuerzas políticas opositoras a los designios del gobernador y que tampoco temen señalar sus abusos y embates a quienes se atreven a levantar la voz, como las familias de personas desaparecidas o la prensa crítica.