Guadalajara, Jalisco.

Los puedes percibir desde que pones un pie sobre la alfombra color gris-azulada de la Expo Guadalajara, ya plana de tantas pisadas. Su presencia no pasa desapercibida. Son identificables sin que exista una presentación de por medio. La mayoría de veces, dentro o fuera de eventos, andan en manada. Son los políticos.

Pero, ¿qué es eso tan característico que los hace tan identificables a metros de distancia? Quizá es el aroma que emanan. Pero, ¿a qué huelen? Sería difícil explicarlo. ¿Sus discursos tendrán algún aroma? ¿Dulces, secos, frescos, cálidos?

Al igual que en un perfume existe concentración de aceites esenciales, en la FIL existe la concentración de políticos. Su gran participación en la Feria termina por convertirla también en suya: La Feria de los políticos.

En la edición número 32 de la fiesta de literatura más grande de América Latina, la participación política va más allá de los diferentes stands que puedan tener intereses políticos, como lo son los stands del Gobierno de Zapopan y del Gobierno de Jalisco o del Instituto Nacional Electoral (INE), a los cuales, al llegar, huele a soledad de lo vacíos que están. Si es que la soledad puede tener un olor.

En las cerca de mil 800 actividades a realizarse en 23 salones diferentes durante los días de esta edición, los políticos están presentes; ya sea a nivel municipal, estatal, federal o internacional. Algunos de los políticos que han participado en los primeros tres días de la FIL 2018 son: Olga Sánchez Cordero, próxima secretaria de Gobernación; Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; Alfredo Gutiérrez, Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Aristóteles Sandoval y Enrique Alfaro Ramírez, el primero a días de concluir su mandato como gobernador de Jalisco y el segundo a días de tomar ese cargo.

La primera aparición de los políticos y su aroma en la FIL 2018, fue en la larguísima mesa del presídium de la ceremonia de inauguración. De las 17 autoridades presentes, más de la mitad tiene un puesto relacionado directamente con la política.

Fue la actual secretaria de Cultura de México, María Cristina Zepeda, quien en representación del Gobierno Federal recitó el discurso de inauguración de la Feria y quien entregó el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2018 a la poeta uruguaya Ida Vitale.

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Un ejemplo de la clara politización presente en la FIL, fue la participación de Enrique Alfaro, gobernador electo de Jalisco, y de Javier Corral, gobernador de Chihuahua, en el Foro Federalista Prisciliano Sánchez que se realizó el pasado domingo 25 de noviembre. Alfaro y Corral utilizaron el espacio para mencionar que no se espantan por lo dicho por el senador Félix Salgado Macedonio respecto a desaparecer poderes en los estados que no se cuadren al proyecto de López Obrador, próximo presidente de México.

“Hagan lo que hagan, diga lo que diga Salgado Macedonio y nos amenacen cuanto nos amenacen, lo que queremos decir es que esta lucha por defender la soberanía de los estados apenas inicia”, mencionó Alfaro.

Otro ejemplo más, fue la participación de Olga Sánchez Cordero en el foro “Del triunfo electoral a la cuarta transformación, ¿Hacia dónde va el Estado mexicano?”. En donde Sánchez Cordero dijo, con seguridad, no estar de acuerdo en el aborto pero sí con la despenalización: con que las mujeres no sean penalizadas y se les prive de la libertad por decidir abortar. Y añadió: “va mi vida de por medio con mis causas, con mis derechos y con los derechos de todos, porque los derechos no se ponen a consulta, sólo se reconocen”.

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Al igual que los perfumes, algunos de los discursos de los políticos se evaporan con facilidad, mientras que otros perduran un poco más. Pero, independientemente de la duración de su evaporación y del aroma que tengan, los discursos políticos dentro de las actividades de la FIL, terminan por contribuir -por un año más- al debate de temas de interés público y a las decisiones que se toman en nuestro país.

Redacción: Dora Solís