Guadalajara, Jalisco.

En una muy sencilla funeraria al sur poniente de la ciudad, reposan los restos de Elizabeth de la Rosa. Otra vez las familias alrededor de ella y su pareja padre del bebé Tadeo que murió a los pocos días después del ataque violento del 21 de mayo que, personas no identificadas quemaron el camión en el que viajan en secuela del atentado fallido a Luis Carlos Nájera, ex fiscal de Jalisco.

Yolanda García pide paciencia y comprensión porque aún no quiere dar entrevistas a los medios de comunicación que hacen guardia afuera de la modesta sala de velación llamada Renacimiento.

"Sí quiero hablar y contar muchas cosas que no estuvieron bien, pero ahorita todavía no", con firmeza añadió Yolanda la abuela de Tadeo. Sin embargo aclaró que el gobierno de Jalisco sí jugó con la salud de su hija.

A un lado del féretro de Elizabeth quién murió oficialmente a las 18:45 de la tarde del 20 de agosto en la Clínica de Cirugía Reconstructiva, reposa un arreglo floral con un globo de helio que en inglés dice tu y yo.

Al funeral pasó menos de 30 minutos Dante Haro fiscal de Derechos Humanos quien intentaba escabullirse de la despedida de la familia, pero lo alcanzó Yolanda García para pedirle por lo menos su tarjeta. La madre de Elizabeth ya no se confía de los dobles discursos del gobierno porque incluso, no respetaron su voluntad de solo cedar a su hija, explica.

El funeral concluirá el miércoles por la mañana para sepultar a Elizabeth de la Rosa García en Santa Ana quién dio batalla para sobrevivir y recuperarse de las quemaduras de tercer grado casi tres meses. En la funeraria no reposa una sola corona de alguna autoridad de Jalisco. Por la noche, ciudadanos de a pie velan a su forma en la glorieta de los desaparecidos, lo que significó la historia de indolencia para los tapatíos.