Falta de pruebas sobre maíz transgénico mantiene controversia sobre su uso
Fotografía: Archivo




Guadalajara, Jalisco.

Aunque el principal socio comercial de México, Estados Unidos ha peleado para que éste permita el uso del maíz transgénico para el consumo humano en el país como parte del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-Mec), las principales empresas distribuidoras de este grano no hacen público los estudios científicos que demuestran que no afecta a la salud humana.

El director de la División de Ciencias Agronómicas del CUCBA en la UdeG, Salvador Mena Munguía detalló que ante la ausencia de estudios, la disputa continúa vigente.

“La misma empresa Monsanto la principal promotora de estos maíces, ellos han hecho estudios, lo mismo Syngenta y Novartis impulsores de esta tecnología, pero esos resultados no están publicados para demostrar que hay inocuidad.

Y de ahí se vale el gobierno federal para dar una respuesta a la petición de estados unidos al pedirle que demuestre con evidencia científica de que el maíz transgénico es peligroso y rompemos el compromiso de la importación que tenemos firmados en T-MEC.

Y el gobierno mexicano en lugar de exhibir esas evidencias que no tiene, se la regresa a EU y le dice que le demuestre que es inocuo, y al momento Estados Unidos tampoco ha demostrado que estos maíces no son peligrosos para la salud”.

Sin embargo, México tampoco ha realizado estudios científicos para demostrar que el maíz transgénico impacta de manera negativa en la salud humana.

“Si consulta uno la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, uno encuentra que se estipula que los centros de investigación y las universidades que tengan equipamiento e investigadores capacitados para hacer este tipo de monitoreos deberán recibir recursos para hacer los estudios.

Y esa liberación del uso del maíz transgénico a nivel de prueba no se ha hecho, no ha habido los fondos ni las convocatorios ni nadie los ha hecho. Quien sí los ha hecho son las empresas que las están comercializando y curiosamente no dan a conocer los resultados”.

Desde el 2020 México ha tratado de restringir el uso del maíz transgénico.

  • En 2023, a través de un decreto presidencial se estableció que el grano modificado no puede ser utilizado para la masa y la tortilla, como se pretende; sin embargo, llama la atención que Estados Unidos usa el maíz transgénico para alimentar a los animales y no para el abastecimiento de la dieta de la población.

En abril de 2022, más de 21 mil mexicanos participaron en una consulta pública a favor de regular la producción y comercialización del maíz, y para que se actualice la Norma Oficial Mexicana 187. Con ello se busca reforzar la venta del maíz nativo y mejorar los precios a los productores mexicanos.


María Ramírez Blanco