ENTREVISTA | Erick Aceves y un club que trasciende la cancha
Flayer de Bravos de Ocotlán. Imagen: Facebook Bravos de Ocotlán FC.




Ocotlán, Jalisco

Un sueño llamado Bravos de Ocotlán FC

En una cancha donde las ilusiones son tan grandes como las carencias, Erick Aceves ha asumido el reto de liderar a Bravos de Ocotlán FC con una visión que mezcla formación, pasión y compromiso social. Exfutbolista profesional, entrenador certificado y docente, representa una nueva forma de entender el fútbol.

"Soy originario de Ocotlán"

comienza con orgullo. “Tengo el ENDIT, el máximo requerimiento para dirigir profesionalmente, y también soy docente en la SEP. Desde esas trincheras intento aportar lo que sé”.

Su paso por el fútbol europeo en clubes de España y Andorra le dio perspectiva, pero su proyecto más ambicioso nació en casa. Hace menos de un año, asumió la presidencia del club luego de haber sido director técnico. 

“Aunque me enviaron fuera por mi trabajo como maestro, decidí seguir desde la presidencia. Recibí la confianza de la gente del club, y eso lo valoro”.

Más allá de los títulos, Erick considera que para dirigir hay que conocer el entorno: “Los jugadores, la afición, el ayuntamiento, los empresarios… todo eso cuenta”.

Ese arraigo lo ha usado para hacer crecer a Bravos, una institución que no sólo compite, también busca dejar huella social. “Trabajamos con la fundación Narices Húmedas, que apoya a animalitos de la calle. Queremos que Bravos sea más que fútbol”.

Bravos nació de una necesidad local. Tras la desaparición de Nuevos Valores de Ocotlán, Erick y su equipo unieron fuerzas para formar un club serio, con estructura y enfoque formativo. “Con poco hemos hecho mucho. Ya exportamos jugadores a equipos como Irapuato, Tepatitlán, Alacranes de Durango y queremos seguir por ese camino”.

Aunque sueñan con el profesionalismo, el presente está en la cantera. “Nuestro orgullo está en formar desde abajo. Apostamos por eso”. Haciendo alusión a la vez, al que Erick considera es el principal valor de este equipo y que lo puede diferenciar de otros: Humildad.

ENTREVISTA | Erick Aceves y un club que trasciende la cancha

Equipo y familia como el combustible para el esfuerzo

“El cambio de liga fue un dolor de cabeza” reconoce. “Jugábamos en una liga que buscaba el ascenso a la TDP, pero no se dio. Sin apoyo claro del gobierno, tomamos otro rumbo”.

Con esa decisión vino una nueva generación, un nuevo ciclo. “Con trabajo y constancia, espero volver a competir por TDP... si Dios nos da licencia”, dice con fe.

Erick no está solo. Lo rodean personas de confianza: Luis Mora, Fernando Díaz, Alejandro, Atemi, Diego… incluso su padre. “Es gente cercana, que cree en el proyecto, y eso lo vuelve más fuerte”.

Esto ayuda a Erick a tomar con optimismo los obstáculos; hablar de presupuesto para él es hablar de valores

“La falta de dinero no ha sido una piedrita en el zapato. Ha sido una razón más para sacar lo mejor de nosotros”.

A pesar de las carencias, Bravos es reconocido a nivel nacional. “¿Qué no sería de nosotros con apoyo real?”, se pregunta. “Con poco hemos hecho mucho. Con más, podríamos llegar lejos”.

ENTREVISTA | Erick Aceves y un club que trasciende la cancha

Ex jugador, entrenador y ahora directivo: su visión

Erick tiene una postura clara sobre el fútbol mexicano:

“Se necesita el ascenso de vuelta, pero también una nueva escuela mexicana. Muchas veces buscamos imitar esquemas de equipos europeos, pero el jugador mexicano es diferente. Tiene otra historia, otro cuerpo, otra cultura”.

Apunta a la formación desde la identidad nacional. “Me gusta lo que era Chivas cuando apostaba por mexicanos. Eso es lo que hace falta: construir desde casa”.

En Bravos, formar jugadores no es sólo enseñar fútbol. Es formar personas. “Nos fijamos en escuelas como Atlas, Pumas, Chivas… donde se forma primero la mente. Queremos jugadores técnicos, sí, pero también con garra, con liderazgo”.

Erick destaca a Edwin, un jugador formado en Bravos en la posición de contención que ha dado ese salto. “Lidera, recupera, asiste. Tiene hambre de ayudar a sus compañeros”.

Cuando un jugador se estanca, el equipo técnico lo acompaña. “Si no da el salto, algo hicimos mal nosotros también. No se trata de soltarlo, sino de reforzarlo”.

Para Aceves, también es importante que en un país y un estado marcado por la violencia. Bravos no sea solo un equipo. Sino también una alternativa real para jóvenes que buscan dirección en sus vidas. Un lugar donde pueden aprender a ser futbolistas… o simplemente mejores personas.

ENTREVISTA | Erick Aceves y un club que trasciende la cancha

Ni de local ni de visita: Los problemas que aquejan a Bravos

En el mundo del fútbol semiprofesional, donde las historias se tejen con más sacrificios que contratos, las finanzas no son solo cifras: son dolores de cabeza, planes de último minuto, camionetas prestadas o inexistentes, y también, muy seguido; el límite entre jugar o no jugar. Erick Aceves lo sabe bien.

Cuando menciona sin dudar de dónde viene el sostén económico de Bravos: “Del grupo de amigos”, dice, “de mi familia, de mi señor padre… de Chuchis (Un amigo y antiguo hincha del equipo) de Fernando Rincón, Luis Mora...” Como si enlistara más a un grupo de soñadores que a una mesa directiva.

  • Ellos, ese puñado de hombres y una fuerte voluntad, son los que le han dado estabilidad al club, al menos la mínima para seguir existiendo. Pero eso no borra ni esconde las carencias.

“Cada 15 días ( que ahora ya es cada semana, debido al calendario que les ha impuesto la liga) tenemos que ver cómo le hacemos para pagar el transporte”, confiesa Erick. “Y eso sin contar arbitrajes, viáticos, inscripciones...”

La falta de apoyo por parte del ayuntamiento ha sido una constante. Una deuda que no se mide en dinero, sino en ausencias. Sin embargo, en medio del ahogo, surgen nombres, personas que, como Atemi y Diego, han ayudado a que la palabra sustentabilidad no suene tan lejana.

Porque la verdad es que Bravos no tiene un patrocinador fuerte. Lo que tiene es gente con fe, que se rehúsa a dejar que esto se hunda. Aunque los problemas lleguen a rebasarlos a veces y afectar otras aristas.

Bravas de Ocotlán ( la rama femenina del club) también existe, aunque hoy sufra una pausa obligada. Las jugadoras están en la Copa Jalisco, muchas prestadas a la selección municipal, una decisión que habla de orgullo pero también de sacrificio.

“Lamentablemente no había recurso para ellas”

admite Erick, y como alguien que realizó una lista de pendientes agrega: “Esperamos que el proyecto varonil arroje números verdes para volver a levantarlo”.

Así de simple, así de cruel: el destino de Bravas depende del éxito de Bravos. Y no es porque falte talento o ganas, es porque falta gente en la grada comprando un boleto. “Con ese boleto se pagan muchas cosas”, dice. “Si va más gente, podremos sostener más categorías. Si no, ni cómo”.

ENTREVISTA | Erick Aceves y un club que trasciende la cancha

“Esto no lo dejo. Aquí sigo.”

A veces, todo cuelga de un hilo. Como aquella noche antes de un partido, cuando el transporte se cayó. “Ya eran las doce. Fernando, nuestro DT, hizo una llamada y conseguimos una camioneta. Por poco no viajamos”.

Estas situaciones no son excepciones, son rutina. Aun así, Erick no se rinde.

“Mi familia me dice que lo deje. Pero no puedo. Llevo casi siete años en esto. Es como dice Ryan Reynolds con su equipo, el Wrexham. Uno gasta sin sentido, pero es algo bonito. Es tener un club, verlo crecer. Aunque venga de abajo, tiene alma”.

“Una vez, en el estadio Sergio León Chávez, en Irapuato, un muchacho contó que había pensado en quitarse la vida. Dijo que Bravos le dio una segunda oportunidad. Que gracias al equipo estaba ahí, vivo.” Se le quiebra la voz. “Eso no se olvida. Eso es lo que me tiene aquí”.

Ese es el legado que Erick quiere dejar: que Bravos sea una escuela, una trinchera contra la desesperanza, un lugar donde uno puede volverse futbolista o simplemente un mejor ser humano. “Que si no llegan a Primera, al menos sean grandes personas, grandes profesionistas, grandes comerciantes. Eso es lo importante”.

Después de este tiempo al frente del equipo, de ese cúmulo de desventuras, aprendizajes y experiencias, ¿Qué podría alguien como Erick Aceves recomendarle a un emocionado nuevo presidente deportivo?

“Que vea por la gente. No por él”.

Habla de trabajar con humildad, de entender a los jóvenes, de dejar el ego fuera del campo. Porque, como dice, “estas generaciones van a liderar el país mañana. Y qué mejor que influir desde ahora”.

La historia de Bravos de Ocotlán además de ser la de un equipo. Es la historia de cómo un grupo de personas se resisten a dejar morir un sueño. Es la historia de Erick Aceves, sí, pero también la de todos los que han creído en algo que todavía no existe pero que podría ser extraordinario.

ENTREVISTA | Erick Aceves y un club que trasciende la cancha

Por Julio León Guillén