Por Gabriela León
De acuerdo con una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología en 2014, los adolescentes y adultos jóvenes durante periodos escolares mantienen un nivel de estrés más alto que el reportado por los adultos en edad madura.
Este y diferentes estudios en el mundo revelan que los episodios o crisis con cuadros de ansiedad y depresión, pueden estar correlacionados con el estrés académico y a su vez, podrían desembocar en trastornos psicológicos diagnosticados, esto bajo ciertos condicionantes, así lo refirió Juan Pablo Ulloa Vázquez Psicoterapeuta y Psicólogo Clínico:
“Puedes ser detonante, sobre todo tiene que ver con el nivel de estrés, cuando una persona tiene ya un antecedente o una estructura de personalidad que tiende a algún trastorno psiquiátrico o mental, una situación de estrés sea crítica, momentáneo o constante puede detonar, aunque no es tan simple como apretar un botón, tendrían que conjuntarse varios factores para ello”.
En contraste, el manejo y el reconocimiento propio de las emociones es una de las claves para evitar episodios o crisis debido a diferentes aspectos en la vida de un estudiante de cualquier nivel académico, detalla Ulloa Vázquez:
“En ocasiones estas crisis tienen que ver con una acumulación de emociones y del mantenimiento de una situación conflictiva y ver si dentro de mis posibilidades puedo resolverlo. En ocasiones esto se nos escapa de las manos y necesitaría de apoyo profesional para poder resolver una situación que está afectando y qué puede reflejarse en una sintomatología crónica, ya sea de ansiedad, de depresión y en casos poco comunes pero sí presentes, en algún trastorno psicológico”.
Asimismo, quien también fungió como profesor de esta casa de estudios afirma que el riesgo de padecer alguna crisis aumenta sobre todo en la temporada de finales:
“El estrés es un factor determinante en algún problema de salud mental (y) son momentos en los que hay muchos trabajos y pendientes y sí, yo creo que sí hay una correlación: puede haber mayores eventos en este tipo de crisis emocionales o síntomas de depresión y ansiedad, posiblemente también un aumento de consumo de drogas y de alcohol, por ese intento de reducir”.
Nayeli Ayala, estudiantes de séptimo semestre de la Lic. en Psicología del Centro Universitario de los Lagos, comenta desde su formación profesional y como estudiante, que los finales tienen consecuencias tanto físicas como estragos en la salud como en el cuidado mental y emocional.
“En el aspecto académico como estudiante disminuyen las horas de sueño y dado esto pues aumenta el estrés, la ansiedad, explotar más fácilmente con los compañeros y los maestros, el estar más vulnerable a cambios emocionales y físicos a finales de semestre y sabemos que una crisis es más momentánea, más instantánea”.