Buenos Aires, Argentina.
En el taller del orfebre Juan Carlos Pallarols, a minutos a pie de la Casa Rosada en Buenos Aires, se cincela el bastón de mando que usará quien gane el balotaje presidencial de Argentina el 19 de noviembre.
El bastón, que llevará el próximo mandatario en su investidura el 10 de diciembre, recorrió el país durante el último año y medio. Por tradición, millones de argentinos participan de su confección mediante golpes de cincel en la empuñadura de plata.
"En este bastón, el nuevo, ya trabajaron más de cuatro millones de personas", dijo Pallarols a la AFP. Un libro con el sello "yo cincelé el bastón presidencial" recoge miles de mensajes de puño y letra de quienes participaron, la mayoría con buenos augurios.
Argentina elegirá presidente en segunda vuelta entre el ministro de Economía, el peronista de centro Sergio Massa, o el ultraderechista libertario Javier Milei.
La vara es lo último que se ajusta porque su largo depende de la estatura de su dueño. Se cortará luego del balotaje. "Massa es más alto", explicó el orfebre.
- Declarado símbolo nacional, el bastón será entregado a la Casa Rosada a inicios de diciembre. El libro quedará en el museo presidencial.
Íntegramente confeccionado con materiales argentinos, la vara es de madera de urunday, una especie de la provincia de Corrientes (noreste) caracterizada por su dureza y brillo natural.
"El urunday es una madera que se mantiene siempre recta, no se tuerce, brilla por sí sola sin barniz y se usa para trabajar, no es decorativa. Está en los postes o las tranqueras de los campos", señaló Pallarols.
La madera representa la cualidades que el pueblo espera de su presidente. "Que sea muy trabajador, mantenerse siempre recto, brillar por su propio trabajo y que no se corrompa. Espero que lo inspire", declaró el orfebre.
De Perón a Alfonsín
Su primer bastón presidencial lo hizo en 1973, cuando trabajaba como orfebre para una tradicional joyería de Buenos Aires.
Fue un encargo para el último mandato del tres veces presidente Juan Perón, fallecido en 1974. Su viuda, la también mandataria Estela Martínez, lo puso en venta años después y Pallarols lo compró. Lo atesora en su taller entre decenas de obras de arte, cuadros, bustos, coronas de plata y reliquias.
El diseño es muy diferente del actual, con borlas doradas, empuñadura en oro, madera lustrada de malaca y ornamentación "propia de un bastón europeo", esgrime.
Posteriores modificaciones fijaron las características del actual bastón de mando criollo. Según estos parámetros Pallarols confeccionó los de los expresidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner y Alberto Fernández.
También hizo uno para el expresidente Mauricio Macri, pero éste prefirió el de otro artista, algo que Pallarols recuerda con amargura.
El orfebre se emociona cuando recuerda el bastón que confeccionó hace 40 años para Alfonsín en el retorno de la democracia.
"Yo pasé muchos años en los que quería votar y no se podía. Esa emoción de pelear para hacer ese bastón, tengo hoy al hacer este", afirmó el artista de 81 años.
El trabajo se realiza con materiales donados y se cobra simbólicamente un peso.
"El bastón no es del presidente, es un regalo que le hace el pueblo votándolo, pero que lo convierte en el primer mandatario, el que tiene que obedecer los mandatos del pueblo", define.
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