El lujo Made in Italy, bajo la lupa por investigaciones sobre sus subcontratistas
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Roma, Italia.

El lujo "Made in Italy" está bajo escrutinio debido a una serie de investigaciones que revelan condiciones laborales abusivas en empresas subcontratistas, lo que ha generado una fuerte reacción del gobierno italiano.

Cinco firmas de moda se encuentran bajo administración judicial desde 2024, luego de que los fiscales de Milán destaparan abusos laborales y falta de supervisión en las cadenas de suministro de algunas de las marcas más reconocidas de Italia.

Acciones judiciales y defensa de Tod's

El miércoles, los abogados de la empresa de cuero de lujo Tod's comparecieron ante un tribunal de Milán. Los fiscales buscan imponer una prohibición temporal de publicidad y nombrar administradores externos, al considerar que la empresa cometió acciones "maliciosas".

El juez Domenico Santoro aplazó la audiencia hasta el 23 de febrero a solicitud de los abogados, quienes pidieron más tiempo para completar la "evaluación y el fortalecimiento del sistema de controles" en la cadena de suministro, según un documento judicial al que accedió AFP.

Los abogados de Tod's también informaron que la empresa rescindió contratos con los subcontratistas señalados por sus malas prácticas laborales.

Impacto en la industria y respuesta gubernamental

Las investigaciones lideradas por el fiscal Paolo Storari han expuesto el lado oscuro de la industria del lujo.

El problema radica en la práctica casi universal de las grandes marcas de subcontratar a proveedores que a su vez subcontratan a otros, en medio de márgenes cada vez más ajustados y escasa supervisión de las condiciones laborales.

Hasta ahora, las pesquisas han señalado a Loro Piana, la subsidiaria italiana de Dior Manufactures, Giorgio Armani Operations y Alviero Martini. Los fiscales han advertido que podrían surgir más investigaciones.

El gobierno italiano reaccionó y el ministro de Industria, Adolfo Urso, afirmó que la reputación de las marcas italianas está "bajo ataque". Propuso un certificado para las empresas de lujo que demuestre cumplimiento legal, aunque críticos consideran que esta medida es insuficiente por ser voluntaria y podría proteger indebidamente a las marcas.

"Estamos tomando medidas concretas para defender firmemente la moda italiana, para proteger su reputación y los valores que la han hecho sinónimo de belleza, calidad y autenticidad", declaró Urso en octubre.

El mes pasado, los fiscales indicaron que Tod's —cuyos mocasines de cuero pueden superar los 1.000 USD— y tres de sus ejecutivos eran "plenamente conscientes" de la explotación en subcontratistas chinos, pero no implementaron sistemas para evitarla.

Supuestamente, Tod's ignoró auditorías internas que revelaban violaciones en horas laborales y salarios, con trabajadores que recibían apenas 2,75 euros por hora; incumplimientos en medidas de seguridad y áreas de descanso "degradantes" dentro de la fábrica.

  • Según la legislación italiana, las empresas pueden ser responsables por delitos cometidos por sus representantes y proveedores aprobados que actúen en su interés.

Defensores de los trabajadores han denunciado durante décadas abusos generalizados en la cadena de suministro de la moda. Deborah Lucchetti, coordinadora nacional de la Campaña Ropa Limpia en Italia, señaló que los proveedores "están a merced de las grandes marcas que imponen condiciones comerciales, empezando por precios demasiado bajos para cubrir todos los costos".

Esta situación genera un sistema en el que los proveedores de primer nivel recurren a subcontratistas bajo condiciones cada vez más estrictas, lo que conduce a abusos laborales, principalmente contra migrantes.

"Es una cadena de explotación", afirmó Lucchetti a AFP.

Los proveedores de moda en Italia son principalmente pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales han cerrado debido a la caída en el sector del lujo y al aumento de costos de producción, según asociaciones del sector.

Cuando reciben grandes pedidos, recurren a subcontratistas para cumplir con rapidez, un sistema que "efectivamente empuja a los actores de la cadena de suministro a incurrir en conductas ilegales", concluyó Lucchetti.