Múnich, Alemania.
El sistema del auto compartido, que permite utilizar un vehículo por un tiempo reducido y no por día como ocurre con las empresas de alquiler tradicional, se ha generalizado en muchas ciudades de Europa.
Entretanto, muchos se preguntan si esta modalidad también es práctica para hacer turismo.
¿Tener a disposición un coche en cualquier momento del día para ir a la playa, a un museo o visitar alguna atracción turística es una alternativa a los medios de transporte públicos o excursiones organizadas?
Lo que está claro es que las empresas de carshing como Car2go o DriveNow cobran fuerza en cada vez más ciudades y, por lo tanto, los clientes pueden utilizar los servicios a nivel internacional.
Si bien, en teoría, el modelo es aplicable para los turistas, en la práctica hay algunas restricciones. Salir de vacaciones con un vehículo compartido no es tan sencillo, ya que por lo general no es posible dejar el auto en otra ciudad o en otro país.
Por ejemplo, la empresa de alquiler de automóviles por hora DriveNow no permite esa opción y apunta que para viajes a otras ciudades o países el modo clásico de alquiler de coche es más adecuado.
El carsharing tiene sentido cuando el turista ya ha llegado a su destino. Ya está muy extendido en Gran Bretaña, Bélgica, Suiza, Holanda y, sobre todo en París.
"Compartir el coche es un fenómeno en los grandes centros urbanos y en las economías desarrolladas", señala Herbert Engelmohr, del Automobil Club de Alemania (AvD).
Los clientes de los principales operadores internacionales no tendrán problemas para realizar las reservas cuando viajen a alguna de las ciudades que utilizan este sistema, ya que sus datos de pago y contacto están registrados. El carsharing es más barato que tomar un taxi.
Pero la situación es diferente para los nuevos clientes. Es mejor registrarse y utilizar el sistema previamente en casa, ya que el proceso de registro lleva tiempo. En ese caso es conveniente utilizar un transporte público, coche de alquiler o taxi.
Aquellos que utilizan carsharing en sus vacaciones pueden dejar el auto en cualquier estacionamiento público. En el caso de DriveNow no está permitido dejar el vehículo en un parking privado o estacionamiento medido. Tampoco es posible dejarlo en alguna playa remota o delante de la Torre Eiffel.
En el caso de un accidente de tránsito en el extranjero también pueden surgir algunos problemas. Por lo general, es posible pactar un seguro con el operador para deducir la participación del asegurado en caso de un siniestro. Las tarifas varían de una compañía de seguros a otra y de un país a otro. Es vital leer la letra pequeña del contrato con mucho cuidado.
Otro problema son las infracciones de tránsito. Si la persona es fotografiada, por ejemplo, por exceso de velocidad, la compañía de alquiler puede proporcionar su contacto a las autoridades.
"Además, existe una cláusula que permite a las empresas de carsharing hacer uso de la tarjeta de crédito de los clientes para cubrir las multas y los costos administrativos", señala Engelmohr. Es imposible evadir así cualquier multa en el extranjero, advierte.
En conclusión: Compartir un coche en vacaciones es básicamente posible, pero solo en las grandes ciudades. Es práctico especialmente para los viajeros que ya están registrados.
"El sistema de carsharing nunca ha sido en primera línea un sistema de movilidad turística", explica Gunnar Nehrke, de la Asociación alemana de coches compartidos.
Si bien la demanda entre los turistas ha aumentado en los últimos años, a menudo los autobuses, trenes, taxis o vehículos de alquiler puede ser el medio de transporte más práctico de desplazarse.