Guadalajara, Jalisco.
Llegar al Centro Universitario de Tonalá “es una odisea” para la mayoría de los estudiantes, porque el transporte público es deficiente, porque no hay presencia de policías que vigilen la zona y porque las unidades dejan a los alumnos a dos o tres cuadras de la sede universitaria y eso los convierte en “blanco” de los delincuentes.
El caso que detonó la protesta de estudiantes del CUTonalá se generó luego de que unos motoladrones asaltaron hace unos días a dos estudiantes que iban caminando a clases, debido a que el camión los dejó algo retirado del ingreso, explicó Marco Antonio Núñez Becerra, director de la División de Ciencias Sociales, Jurídicas y Humanas del CUTonalá.
“Por ciertos déficits que tiene el CUTonalá como abandono, en términos de seguridad, transporte público y que afectan directamente a la comunidad y que se han catalizado en un hecho delictivo que tuvo lugar hace algunos días y que por tanto ‘prendió’ entre los estudiantes la idea de convocar a hacer una manifestación para mejorar las condiciones en las cuales van a la escuela”, apuntó.
El problema se localiza afuera del CUTonalá. Algunas rutas que ingresaban al centro universitario ya no lo hacen y las patrullas que antes daban rondines, tampoco lo hacen.
Por ello, el reclamo se dirige al Ayuntamiento de Tonalá, a la Secretaría de Transporte y a la Secretaría de Seguridad del gobierno de Jalisco, así como a las corporaciones federales de seguridad, dijo el directivo del CUTonalá.
“Evidentemente las peticiones van dirigidas a todos los órdenes de gobierno, porque garantizar la seguridad es en varias vías, pero también garantizar la transportación es un asunto que compete a la autoridad estatal. El señalamiento de los estudiantes más allá de poner sobre la mesa a una autoridad, es una serie de problemas que tienen que ver con reforzar la atención para que el Centro Universitario tenga todos los mecanismos de seguridad al exterior que necesitan las comunidades”, subrayó.
El CUTonalá se compone de 8 mil 400 estudiantes, sin embargo, a eso hay que sumarle otros mil 500 maestros y personal administrativo, la mayoría de los cuales usan el transporte público.