El arte de ganar de los All Blacks, ¿barrera infranqueable para Los Pumas?
Fotografía: EFE/EPA/YOAN VALAT




París, Francia.

La actuación defensiva de Nueva Zelanda en la victoria ante Irlanda fue sobresaliente, mezcla de paciencia y disciplina, un arte de ganar a estas alturas del Mundial que podría decantar la balanza a su favor el viernes ante Argentina.

Los tricampeones mundiales alcanzaron los 276 'tackles' en su espectacular victoria 28-24 ante la primera nación mundial, un equipo irlandés que volvió a sucumbir a la maldición de los cuartos.

  • "No fue tanto una exhibición de rugby de ataque, fue un brillante 'show' de tenacidad en el tackle y superioridad en el 'breakdown'", señaló Marc Hinton, de la página stuff.co.nz.

Gregor Paul, del New Zealand Herald, cree que los All Blacks "consiguieron la retaguardia defensiva más disciplinada y comprometida de la edad moderna", apagando el juego de pases cortos ofensivo de Irlanda.

"La manera en la que hicieron caer al gigante del hemisferio norte, poniendo fin a su racha de 17 victorias consecutivas debe haberle provocado escalofríos durante horas a sus aficionados", añadió Richard Knowler, del diario The Post.

Quizás sea un viejo dicho, pero la defensa gana campeonatos, algo muy real en el rugby moderno, donde la cantidad de tries se va diluyendo según los torneos se acercan a la hora de la verdad.

El capitán neozelandés Sam Cane se refiere a este paradigma con sencillez: "La historia demuestra que los equipos que ganan Copas del Mundo son muy buenos defensivamente. Es nuestro punto de referencia para llegar lejos".

Ardie Savea, el destacado número 8, subrayó que el equipo había tenido "mucha paciencia y disciplina" en los minutos finales de un emocionante duelo de cuartos, cuando Irlanda tuvo 37 fases de juego en busca de dar la vuelta al marcador.

"Podría haber sido al revés, pero para nosotros centrarnos en la defensa en los últimos cinco minutos fue algo realmente especial", añadió.

- 'Resiliencia mental' -

Nueva Zelanda, con 100 tackles en los últimos 15 minutos, se mantuvo firme y esperó el momento oportuno, cuando el veterano Sam Whitelock, 151 partidos como internacional, logró la 11ª y más importante recuperación del partido.

"Lo más impresionante fue el control y la resiliencia mental", señaló el centro Jordie barrett.

"Tenemos un sistema de defensa que Soctt McLeod (entrenador ayudante) construyó básicamente para Irlanda. Simplemente este sistema de trabajo funcionó y lo confirmamos en la última jugada", dijo.

El seleccionador Ian Foster destacó: "Fuimos disciplinados y mantuvimos la calma".

"Con Scott McLeod y Joe Schmidt ayudándome construimos nuestro sistema y la manera de defender. Estamos logrando mejoras en este apartado y estoy muy contento", añadió.

"Un error y el partido pudo haberse ido por otro camino. Pero no has estado en un Mundial si no has jugado un partido así", continuó.

"Es de lo que se trata en los Mundiales, hay que arremangarse y confiar en lo que se hace", subrayó.

McLeod, entrenador de la defensa, señaló que obtuvieron "duras lecciones" de la histórica derrota que sufrieron en casa el año pasado ante Irlanda, provocando una reconstrucción de los fundamentos defensivos de los All Blacks.

Del partido del sábado en el Stade de France elogió la ejecución y la toma de decisiones en los minutos finales.

El nuevo objetivo, Argentina el viernes de nuevo en el Stade de France, es no pasar de una gran actuación a una decepción, como les ocurrió hace cuatro años en Japón-2019, cuando cayeron ante Inglaterra en cuartos de final.

La atención a los detalles y el aumento de los niveles de energía fueron clave, según Richie Mo'unga: "Jugamos contra Irlanda, la mejor del mundo, pero nosotros sabíamos que no teníamos que ser los mejores del mundo, solo los mejores ese día".