Indio, California.
Con la luna llena en el horizonte, el director venezolano Gustavo Dudamel llevó a la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles a un terreno inusual: el festival de música pop Coachella.
"¡Dale!", gritó un joven entusiasta del público, mientras una pantalla gigante proyectaba la teatralidad del venezolano, que cuando se apropia de la batuta parece un bailarín.
Durante los 17 años que lleva el maestro de Barquisimeto al frente de LA Phil, como es conocida la orquesta angelina, ha introducido frescura y ha fomentado las relaciones de la música clásica con el pop y las celebridades, especialmente durante las series de verano en el Hollywood Bowl.
Al mismo tiempo, el propio Dudamel se ha convertido en una auténtica superestrella que arrastra masas.
Así que era lógico que el artista de 44 años llevara su espectáculo al festival californiano de Coachella 2025, uno de los más importantes del mundo, que en los últimos años no escatima sorpresas y actuaciones eclécticas.
- La orquesta interpretó clásicos como la Sinfonía nº 5 de Beethoven, junto con piezas de películas como la "Marcha Imperial" de "La guerra de las galaxias", de John Williams.
Abarcó diversos géneros con un panel de invitados que incluyó a la estrella del country Maren Morris, la cantante islandesa de jazz-pop Laufey, la cantante de Los Ángeles Becky G, el DJ de EDM Zedd y el dúo argentino de electro-trap CA7RIEL & Paco Amoroso.
Y, como broche de oro, la batuta de Dudamel se atrevió con los compases de LL Cool J, con una mezcla de géneros que parecía una batalla de rap.
"Este lugar representa una cultura", dijo a la AFP Dudamel, antes del concierto,
que repetirá el 19 de abril durante el último fin de semana del festival, una experiencia que, sin duda, quedará como una de las actuaciones más memorables de Coachella 2025.
"Creo que esta es la misión del arte, esta identidad", señaló. "La identidad de una nueva generación, hambrienta de belleza".