Desaparece la empresa que iba a entregar calandrias eléctricas a Guadalajara
Fotografía: Ignacio Pérez Vega




Guadalajara, Jalisco.

Desde 2019, la empresa Kadled debió entregar 55 calandrias eléctricas a prestadores del servicio; sin embargo, sólo hay 16 en operación, por lo que hay un claro incumplimiento por parte de los empresarios.

Al revisar la concesión que otorgó el actual Ayuntamiento de Guadalajara, resulta que la empresa desapareció, confirmó el alcalde Pablo Lemus Navarro.

Por ello, el Gobierno municipal autorizó que, a la par de las unidades eléctricas, trabajen las 39 calandrias tradicionales tiradas por caballos.

“Uno de los problemas que tenemos es que la empresa con la que se suscribió la concesión ya no existe. No hay a quien reclamar. Esta empresa Kadled ya no está operando. Es muy difícil ejercer la facultad de cumplimiento de las mismas. Por lo pronto, la decisión ha sido: dejemos trabajar a las calandrias eléctricas y también a las calandrias tradicionales. La gente está en una situación económica muy compleja como para que nosotros les limitemos ahora su trabajo”, señaló el entrevistado.

La empresa Kadled entregó los vehículos eléctricos a los calandrieros, a cambio de poner publicidad por un periodo de 20 años. Sin embargo, las calandrias que aún trabajan con caballos ya no podrán recibir las unidades eléctricas.

Lemus expresó que no sabe si el Ayuntamiento podrá emprender una acción legal porque aún revisan los términos legales de la concesión otorgada por el entonces alcalde Enrique Alfaro.

“No lo sé todavía. Eso dependerá del análisis jurídico que me entreguen. Necesito el análisis jurídico, la verdad no hemos visto por el lado de la responsabilidad hacia los anteriores funcionarios. Necesitamos primero ver el incumplimiento de la empresa, pero es muy complicado hacerles cumplir, porque ya la empresa ni siquiera existe”, dijo.

Dentro de las obligaciones establecidas en los contratos, las calandrias eléctricas recibirían mantenimiento por parte del concesionario, pero eso ya no podrá exigirse, al desaparecer la empresa Kadled.


Ignacio Pérez Vega