De la discriminación a la universalidad, la otra realidad que Francia exalta de los JJ.OO.
Desde su primera edición moderna en Atenas en 1896, los Juegos Olímpicos han reunido a culturas y países en encuentros deportivos, pero también han sido origen de discriminaciones contra las minorías, como pone de relieve una exposición presentada en París. EFE/EPA/ERIK S. LESSER




 París.

Desde su primera edición moderna en Atenas en 1896, los Juegos Olímpicos han reunido a culturas y países en encuentros deportivos, pero también han sido origen de discriminaciones contra las minorías, como pone de relieve una exposición presentada en París.

Bajo el título 'París 1924-2024: Los Juegos Olímpicos, espejo de las sociedades', el Museo de la Shoáh propone una mirada alternativa con la que cuestiona los múltiples desafíos sociales planteados por un siglo de olimpiadas.

Como punto de partida, la exposición se retrotrae a la última cita olímpica celebrada en Francia, en 1924, cuando la capital acogió las que fueron sus segundas olimpiadas después de las de 1900; y viaja hasta la actualidad, a tan solo cuatro meses de París 2024.

En total, 250 piezas entre las que destacan carteles, recortes de periódicos, proyecciones e incluso material perteneciente a deportistas, componen la muestra. Algunas han sido proporcionadas por los museos del deporte de Niza (Francia) y Colonia (Alemania).

Además de un gran evento, los JJ.OO. son "un caldo de cultivo para la discriminación", indicó en la presentación uno de los comisarios, Paul Dietschy, pero también son un lugar en el que se le ha podido hacer frente.

Para entender el porqué de dicha afirmación, la primera sala invita a los visitantes a reflexionar sobre los cuatro símbolos olímpicos por excelencia: el desfile, los anillos, el juramento y la antorcha.

Aunque el espíritu olímpico lleva un mensaje de universalidad intrínseco, como reflejan los cinco anillos que Pierre de Coubertin diseñó con la idea de que todos los continentes estuvieran representados y que al menos uno de los colores estuviera presente en la bandera de cada país, Dietschy recordó también que el propio Coubertin "recelaba de la participación de las clases populares".

En términos de exclusión, las mujeres fueron, según ese mismo experto en historia contemporánea, "las primeras discriminadas", ya que "no pudieron participar en las pruebas de atletismo hasta 1928 y no se les permitió participar en la maratón hasta 1984".

El desfile, por su parte, ha servido desde sus inicios para exhibir el poderío de las naciones mediante lo que este comisario denomina los "atletas caballeros", por ser portadores de símbolos con los que realzan a sus respectivos países, como pueden ser la vestimenta o la bandera.

La antorcha tenía una presencia estática en la competición hasta que se le dio un recorrido durante la ceremonia olímpica en los Juegos de Berlín de 1936, en un momento en el que se llamaba al boicot y proliferaba la propaganda nazi.

  • El régimen nacionalsocialista "solo permitía competir a un atleta de origen judío para intentar acallar las críticas", expuso Dietschy.

Símbolos contra la discriminación

Respecto a la instrumentalización política de los Juegos, la muestra también profundiza en fechas como 1968 (México) y 1972 (Múnich).

En México los el evento fue sinónimo de protesta. Allí, los atletas afroamericanos Tommie Smith y John Carlos protagonizaron el momento más destacado al reivindicar derechos humanos para las personas negras con el puño enguantado alzado, haciendo el saludo del Poder Negro.

En contraposición, Múnich fue escenario de mensajes de violencia, con la toma de rehenes de once atletas israelís y su asesinato por parte del comando palestino Septiembre Negro.

Otros lugares olímpicos en los que ha estado latente ese intrusismo, sin distinción geográfica, son los estadios, como el Vélodrome d'hiver de París, explicó Dietschy, donde se hacinó a la gente durante los Juegos de 1924 y que en julio de 1942 sirvió para la redada de judíos parisinos.

La mediatización de los torneos deportivos también influyó, según este comisario, como demuestra el caso de la película 'Olympia' (Leni Riefenstahl, 1938), estéticamente llamativa en su forma, pero con propaganda nazi en su contenido.

  • Algunos deportistas a los que la muestra dedica también un espacio especial son el atleta Jesse Owens, quien "por ser una persona negra que ganó cuatro medallas de oro, molestó a toda la propaganda nazi", en palabras de Dietschy, y la gimnasta Nadia Comăneci,"la primera mujer en convertirse en una auténtica estrella de los Juegos".