Guadalajara, Jalisco.
Este 20 de mayo es el Día Mundial de la Abeja, y en Jalisco los productores de miel hacen esfuerzos por cuidar a este insecto que con los años está cada vez más en peligro por el cambio climático, la deforestación y el uso de agroquímicos.
Uno de los esfuerzos realizados por los apicultores de la entidad es la creación de dos santuarios de abejas meliponas, está especie no tiene aguijón, no pica, es endémica de México y su miel es curativa para el ser humano.
Jorge Veliz Gómez, apicultor en el estado comparte.
“En algunas partes las llaman abejas negritas, ellas producen miel muy rica, su densidad es ligera, color ámbar, y muy aromática porque éstas abejas tienen la característica de que solo recolectan el néctar de las flores medicinales”.
- Esta especie de abeja suele reproducirse en el sur del país como en Yucatán, Campeche, Tabasco, Puebla y Chiapas; sin embargo, desde hace tres años un grupo de apicultores le apostaron a la reproducción de esa especie en Jalisco.
“Tenemos identificados dos santuarios de abejas meliponas. El primero está en Ahualulco de Mercado con un compañero que empezó hace tres años, él trajo colmenas de Yucatán y las adaptó, hubo algunas que lo hicieron y otras que no.
Nosotros trajimos hace dos años una variedad de este tipo de abejas del lado de Puebla y Veracruz en donde también hay mucha variedad de abejas meliponas, y en los últimos dos años ya se adaptaron y tuvimos un resultado del 95 por ciento. Se adaptaron al clima, altitud y floración”.
El primer santuario de abejas meliponas llegó a Jalisco en 2020 en Ahualulco de Mercado, y el segundo en 2021 en la comunidad San Juan Evangelista en Tlajomulco de Zúñiga, y que forma parte del proyecto “Vive Apicultura”.
En el segundo santuario de abejas meliponas hay 32 colmenas, cada colmena está conformada por 10 mil abejitas.
Jorge Veliz Gómez detalló que históricamente la abeja melipona ha sido considerada como mística, ya que formaba parte de un rito prehispánico en Yucatán de donde son originarias.
“Los mayas lo tomaban como una situación divina. No cualquier persona podía manejarlas ni tenía la oportunidad de meterse con ellas. Había personas especializadas que se dedicaban al cuidado de ellas y la miel que extraían era para dárselo a los reyes a las personas importantes de las tribus”.
Este temporal es el adecuado para la división de las colmenas, es decir, crear nuevas colmenas de las que ya hay, y de acuerdo con Jorge Veliz Gómez en los próximos días en el Santuario de San Juan Evangelista, se llevará una división de colmenas.