Guadalajara, Jalisco.

Han transcurrido mil 95 días, 36 meses, 3 años y los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero sostienen que no se van a cansar hasta encontrar a sus hijos, desaparecidos en Iguala, el 26 de septiembre de 2014.

Bernabé Abrajan, papá de Adán, quien cursaba el primer año de la carrera de docente en la Normal Rural, exigió que el gobierno federal investigue cuatro hipótesis para esclarecer lo ocurrido hace tres años. Una de las teorías de los padres es que el Ejército está involucrado en la desaparición forzada y se le tiene que investigar.

Dolido, pero no derrotado, Bernabé Abrajan dialogó con alumnos de las carreras de sociología, filosofía, historia y estudios políticos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), en el auditorio Silvano Barba. Luego, en la explanada del auditorio Salvador Allende, se abrió el micrófono para que hablara quien lo quisiera hacer.

José Santos Urbina, docente de sociología, junto con otros maestros, alumnos e integrantes de diversos colectivos, participaron en la marcha silenciosa y también expresaron su solidaridad hacia los damnificados de los sismos del 7 y el 19 de septiembre.

Jesús Torres Nuño, presidente de la cooperativa llantera Tradoc, apoyó la petición de los padres de familia de Ayotzinapa y pidió que se investigue al Ejército y la versión de la existencia de un quinto autobús, en Iguala, que transportaba droga a Estados Unidos y al parecer era protegido por fuerzas de seguridad pública. Esta unidad pudo ser confundida con los camiones en que se trasladaban los normalistas rurales, por lo cual fueron atacados.

La marcha silenciosa circuló por avenida Alcalde y llegó al parque Revolución. Decenas de estudiantes de la Normal Rural de Atequiza se incorporaron al mitin en plaza Universidad,  luego de que su ingreso a la ciudad en seis autobuses, fue bloqueado en forma momentánea por la Policía Vial. El acto político impidió el tráfico en la avenida Juárez, pues la reunión se realizó sobre el arroyo vehicular, el cual fue tapizado por mantas en las que se exigió justicia para los 43 jóvenes desaparecidos.