Guadalajara, Jalisco.

En San Nicolás de las Flores, municipio de Jalostotitlán, sus habitantes todavía recuerdan cuando emprendieron una auténtica cruzada contra la construcción de la presa. Aquí, en este sitio, el Río Verde generó un cauce de 60 metros de ancho que hoy luce desolado. Un pequeño arroyo de aguas verdes es lo que queda del río.

Las imágenes de mi compañero Juan Luis Hernández muestran el volumen que lleva el Verde en estos días cuando han comenzado las lluvias y volvió a correr. Es el 14 de junio y durante dos semanas ha llovido en la región.

Las imágenes tomadas con un dron, muestran como el amplio cauce motivó que construyeran un largo puente y el río no ha vuelto a crecer para cubrirlo todo.

Hace unas semanas, el 6 de mayo, con un dron fueron tomadas estas imágenes que mostramos en exclusiva en Señal Informativa y que revelan que el Río Verde estaba seco y no corría como señalan los estudios oficiales. Solo unos pequeños charcos de esporádicas lluvias en la zona permanecían en el cauce.

En el reducido arroyo del Verde en San Nicolás, Juan Guillermo Márquez, presidente del Observatorio Ciudadano del Agua, muestra los bajos afluentes del Río Verde.

Juan Guillermo Márquez, señala que según testimonios de habitantes de San Nicolás, hace 40 años el río cubría todo el cauce.

Según el presidente del Observatorio Ciudadano del Agua, no hay los caudales para llenar una presa con una cortina de 105 metros, ni siquiera una de 80, por lo que deben cambiarse los proyectos.

Colocado en el centro del cauce, entre piedras blanquecinas y pequeños arbustos que han nacido aquí, el silvicultor Luis Antonio de Alba cuenta cómo fue que el cauce llegó a tener este tamaño.

Luis Antonio de Alba menciona que una muestra de la poca agua que hay en la región, es precisamente la imagen de lo que queda del Río Verde.

Esta es la parte 3 del especial de Carlos Martínez Macías, encuentra la historia completa aquí: Tras la huella del Río Verde