México busca que no quede impune el caso de un ranchero de EEUU que mató a un migrante
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Hermosillo, México.

El Gobierno de México afirmó este jueves que busca que no quede impune el caso de Gabriel Cuén Buitimea, un migrante mexicano asesinado por un balazo en la espalda que le disparó el ranchero George Alan Kelly en Arizona (Estados Unidos).

El cónsul general de México en Nogales (Arizona), Marco Moreno Báez, recordó en una conferencia de prensa virtual que desde este 21 de marzo y hasta el 19 de abril en la Corte Superior del Condado de Santa Cruz se desarrollará el juicio en contra de Allan Kelly, de 75 años.

“El homicidio del señor Cuén Buitimea es un hecho que no debe quedar impune, no se trata de una persona que perdió la vida sino de un padre de familia al que le arrebataron su derecho más fundamental por la espalda”, dijo el cónsul al leer un posicionamiento del Gobierno.

  • El crimen del migrante de 48 años ocurrió el 30 de enero de 2023, cuando cruzó la frontera de forma irregular y después atravesó el rancho ganadero de Allan Kelly, con 69 hectáreas de extensión junto a la frontera en Kino Spring, donde el ranchero le disparó con un rifle de asalto AK-47 por la espalda.

En una primera instancia a Kelly se le imputó homicidio en primer grado, pero después le redujeron los cargos para enjuiciarlo por asesinato en segundo grado y dos cargos de asalto.

El pasado mes de enero, el acusado rechazó un acuerdo con la fiscalía para declararse culpable a pesar de que habría reducido los cargos en su contra a uno por homicidio negligente.

El juicio comenzará en medio de la discusión en el Congreso de Arizona del proyecto de Ley HB-2842, impulsado por republicanos, que ampliaría la 'doctrina del castillo', que permite a una persona usar fuerza letal en contra de quienes traspasan o entran a sus casas para causar daño.

La propuesta, aprobada por la Cámara Baja y ahora en discusión en el Senado estatal, permitiría que rancheros disparen contra migrantes en la frontera si los consideran una amenaza.

Gabriel Cuén Buitimea era padre de siete hijos, oriundo de Buaysiacobe, en el sur de Sonora, donde le sobreviven su madre, esposa y siete hermanos que dependían de que él migrara para el sustento de la familia.

De acuerdo con los registros migratorios, la víctima había entrado de forma irregular a Estados Unidos varias veces y ya había lo habían condenado y deportado, la última ocasión en el año 2016.