Vlora, Albania
A bordo de una barca destartalada, al amanecer, Viktor Kocaj recoge las redes que dejó toda la noche en el Adriático. Pero con el calentamiento del mar, la pesca es escasa en este rincón de Albania, y no alcanza para alimentar a la familia.
Desde hace generaciones, pescadores albaneses como él han vivido del mar. Ahora, Kocaj teme que esta forma de vida, en la bahía de Vlora, esté llegando a su fin.
"He perdido mi batalla contra el mar. Yo lo amaba, pero me traicionó", cuenta a AFP el pescador de 65 años, padre de cuatro hijos.
La ola de calor que azota a varios países de Europa calienta la tierra, pero también el mar y en este rincón de la costa albanesa, a finales de junio, la temperatura del agua supera los 25,5 °C, es decir, 1,5 °C más que en el mismo periodo del año pasado.
Hace un par de años, podría ser el sustento de su familia, pero ahora está arruinado.
- "Un golpe mortal" -
"El aumento de las temperaturas del agua ha sido un golpe mortal para los peces y para nosotros", relata mientras lucha por no llorar.
Kocaj estima que la población de peces se redujo un 70%, y la situación es igual fuera de la bahía, donde los grandes pesqueros también enfrentan escasez, con perspectivas pesimistas.
Reshat Xhelilaj, responsable del sector pesquero y acuícola en Vlora, declaró a AFP que espera que el verano boreal sea más caluroso que en 2024, cuando se registraron temperaturas en aguas profundas de hasta 30,5 °C.
Ya en el muelle, Kocaj toma un balde a medio llenar con pescados, mientras recuerda que hace 10 años volvía con hasta 10 kilos de merluza cada día.
Entonces, trabajaba con su hermano y aunque usaban redes más pequeñas, volvían con suficiente pesca para sostener a las dos familias.
Ahora está solo frente al mar y aunque extiende redes de 1.000 metros y permanece horas en su barco, en un día con suerte vuelve con dos kilos de pesca.
- "Efectos devastadores" -
"El cambio climático es un factor importante en la disminución de las poblaciones de peces", explica Nexhip Hysolokaj, investigador en biología de la Universidad Polis de Tirana, la capital del país.
El aumento de las temperaturas dificulta la reproducción y el crecimiento de los organismos de sangre fría.
- Y al menos una docena de especies de peces endémicos de los océanos Índico y Pacífico están desplazando a especies locales esenciales para la cadena trófica, como la sardina, en peligro de extinción.
En las redes de Kocaj está la prueba: un pez león, una especie venenosa, muy común en el Caribe.
"Para desgracia suya y mía, terminó en mis redes", se lamenta.
"El cambio climático ha tenido efectos devastadores", relata el capitán Baci Dyrmishi, presidente de la cofradía de pesca de la bahía.
"Las temperaturas exceden los pronósticos y las aguas se sobrecalientan".
Baci destaca que la disminución de la pesca implica que menos personas se dediquen a esta actividad y que muchos lugareños abandonan esta idílica localidad para irse a la ciudad.
El puerto de Radhima llegó a albergar una docena de embarcaciones atracadas. Ahora sólo quedan tres o cuatro barcos.
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