Guadalajara, Jalisco.
La primera actividad pública que colectivos feministas se plantearon hacer este 25 de noviembre Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fue pintar y plasmar sus reclamos en las paredes de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara.
Llegaron de madrugada, organizadas, principalmente alumnas de este plantel y bañaron de pintura roja la puerta de madera, seguido del nombre de Atzhiri, la estudiante de Derecho que fue asesinada en un estacionamiento del centro, hace un mes.
Para su sorpresa el personal de la escuela de inmediato salió a borrar con pinturas beige las pintas.
Una alumna de Artes Visuales que participó en la protesta se dice “admirada” pues cualquier grafiti lo dejan hasta a dos días, pero este que reclama no duró ni media hora.
Ella confiesa vivir en general con temor, pero le inquieta más la exclusión de la mujer.
Según el medio independiente Perimetral.press en una publicación reciente, el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) es el que mayor número de quejas tiene iniciadas por acoso y hostigamiento sexual, algo que para la alumna que pintó las paredes de su escuela esta madrugada no es nuevo, pero reclama el silencio.
Aunque existe un borrador de Protocolo para Atender la Violencia de Género en la Universidad de Guadalajara, las consecuencias a profesores y alumnos no existen, como lo cuenta la alumna de Artes Plásticas, quien protestó en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Al pasar por la Escuela de Artes Plásticas no queda evidencia de las pintas exigiendo atención urgente al acoso. Fue tan efímera la intervención como el acceso a la justicia para las víctimas en los expedientes universitarios.