Fráncfort, Alemania.
Con una actuación magistral de Robert Lewandowski, el Bayern Múnich se alzó hoy con el primer título de la nueva temporada al vapulear por 5-0 al Eintracht Frankfurt en la final de la Supercopa alemana.
El triplete anotado por el internacional polaco (21', 26' y 54') sumado a un tanto de Kingsley Coman (63') y a otro del español Thiago (85') pusieron en bandeja un debut brillante de Niko Kovac como técnico del conjunto muniqués.
"Tras la decepción vivida desde abril con el equipo y también en la selección alemana de fútbol (en el Mundial de Rusia), este triunfo significa mucho. Queríamos ganar este partido y ganar este título", valoró Mats Hummels tras el pitido final.
"Creo que lo hicimos muy bien, que anotamos los goles en el momento exacto. Merecíamos la victoria", opinó por su parte Kovac, quien ante las cámaras evitó comentar la posible salida de Jerome Boateng del equipo.
Con esta incontestable victoria en el duelo que enfrenta al campeón de la Bundesliga con el campeón de Copa, los bávaros lograron su tercera Supercopa consecutiva y la séptima de su historia, dejando claro su dominio en el fútbol alemán.
El Eintracht Frankfurt, que saltó al césped en casa con el ánimo de arredrar a un Bayern favorito, consiguió poner en aprietos al arquero de los bávaros, Manuel Neuer, en los primeros minutos de juego.
Su ímpetu inicial, sin embargo, se vio anulado en el momento en el que Lewandowski supo sacar provecho de la primera ocasión de peligro generada por el Bayern. El polaco remató de cabeza un pase largo de Joshua Kimmich colocando el balón en la red (21').
"Iniciamos bien el partido pero después nos faltó ejercer presión", indicó el jugador del Eintracht, Danny da Costa.
Aun sin recuperarse del susto, los locales sufrieron una especie de "déjà vu" porque a tan solo cinco minutos del primer gol, de nuevo de cabeza, Lewandowski amplió la ventaja para el Eintracht.
El 3-0 también fue obra del nueve del Bayern, quien este domingo hizo historia al anotar el primer hat-trick en la historia de la Supercopa alemana. El broche de oro del encuentro lo pusieron el francés Coman, quien marcó tan solo seis minutos después de saltar al campo, y el español Thiago, quienes redondearon el marcador con un 5-0.
"El resultado da buena muestra del dominio del juego. En la fase inicial del encuentro todavía no estaba todo claro pero una vez que marcamos los dos primeros goles, jugamos de manera soberana", resumió el centrocampista del Bayern Múnich Leon Goretzka.
En el duelo disputado en un Commerzbank-Arena lleno hasta la bandera, las miradas estaban puestas desde un principio en el banquillo. Los técnicos de los dos conjuntos asumían este domingo un papel protagonista dado que ambos se estrenaban oficialmente.
Y, aunque muchos consideran este partido que enfrenta al campeón de Liga con el campeón de Copa como un premio menor, los dos estrategas deseaban dejar un buen sabor de boca en su primera rendición de cuentas ante sus respectivas aficiones.
El entrenador del Bayern, Nico Kovac, regresaba a Fráncfort buscando una revancha contra sí mismo, porque cuando en mayo todavía dirigía al Eintracht sorprendió al imponerse por 3-1 en la final de la Copa alemana ante el conjunto muniqués, el eterno favorito del fútbol germano.
Los trepidantes 90 minutos, en los que se vivieron momentos broncos debido a duras entradas que tenían principalmente a Lewandowski como blanco, se saldaron con la lesión en la rodilla del defensa del Bayern David Alaba. El diagnóstico del austríaco no estaba claro al término del partido pero el entrenador del conjunto bávaro se mostró confiado en que se tratase tan solo de una pequeña contusión.
Era la segunda vez que el Frankfurt jugaba la supercopa alemana. La primera también la había perdido con un 2-0 ante el Werder Bremen en 1988. Mientras, el Bayern es un habitual con once participaciones en su haber de las 18 ediciones de este trofeo, que se disputó primero entre 1987 y 1996 y después se reanudó a partir del 2010. Los bávaros habían ganado esta copa en seis ocasiones anteriormente.