El aumento del gasto militar, un asunto espinoso en España
Wojtek Radwanski / AFP




Madrid, España

Con el gasto militar más bajo de todos los miembros de la OTAN, España afronta los llamamientos europeos a dedicar más dinero a Defensa entre reticencias de raíz histórica y un panorama político muy poco propicio para el Gobierno de izquierdas.

Según datos de la Alianza Atlántica, España dedicó en 2024 un 1,28% del PIB a gastos de defensa, en la línea de Eslovenia, Luxemburgo o Bélgica, y lejos de Polonia (4,12%), el que más gasta, y por debajo del Reino Unido (2,33%) y Francia (2,06%).

"España gasta poco en defensa", constató Félix Arteaga, investigador principal para seguridad y defensa del Real Instituto Elcano, en una entrevista con AFP.

"Hay un patrón de comportamiento en los presupuestos españoles, que es que cuando la economía va bien, el presupuesto de defensa crece, pero menos que los demás presupuestos. Y cuando va mal, se recorta más que los demás", observa el investigador.

Este jueves, el presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, dijo en rueda de prensa que está preparado para dedicar a defensa "ese 2% del producto interior bruto y anticipar el compromiso que teníamos de llegar a ese 2% antes del año 2029".

El aumento del gasto militar, un asunto espinoso en España

Vesa Moilanen / Lehtikuva / AFP

Ante el recelo de los partidos de izquierdas que le brindan apoyo, Sánchez aseguró que ese incremento del gasto en defensa y seguridad no se hará en detrimento de otros.

"No vamos a recortar ni un céntimo de euro en política social", aseguró, tras reunirse con representantes de diferentes partidos salvo con Vox, la formación de extrema derecha con la que se negó a abordar el tema.

"No vamos a entrar en una carrera armamentística yo no voy a participar de un discurso belicista", adelantó el presidente del Gobierno.

Lamer las botas de EEUU

"Ni me ha dicho cuánto quiere gastar, ni me ha explicado cómo pretende pagarlo, ni ha pedido ayuda para este desafío", lamentó Alberto Núñez Feijóo, líder del conservador Partido Popular, primero de la oposición, tras verse con Sánchez.

La invasión rusa de Ucrania y el temor a que el presidente estadounidense, Donald Trump, se desentienda de la seguridad de los aliados europeos han propiciado la iniciativa Rearmar Europa, de la Comisión Europea, en cuyo contexto ese porcentaje mínimo del 2% del PIB, acordado por los miembros de la OTAN, puede ser insuficiente.

Sánchez gobierna en minoría parlamentaria, con el apoyo de varios partidos independentistas catalanes y vascos poco inclinados a aumentar el gasto militar y fortalecer así al Ejército español, y de partidos de izquierda opuestos a la OTAN y poco amigos de Estados Unidos.

Ione Belarra, portavoz del partido de extrema izquierda Podemos, dijo el miércoles en el Congreso que no van a ayudar a los socialistas a seguir "lamiéndole las botas a los Estados Unidos".

La percepción que los ciudadanos tienen de las Fuerzas Armadas ha mejorado mucho tras el fin de la dictadura del general Francisco Franco, gracias a su participación en misiones internacionales de paz y en tareas de emergencia en España, pero eso no significa que se aprecie el gasto militar.

Sólo un 14,2% de los que participaron en una encuesta del instituto nacional de opinión Centro de Investigaciones Sociológicas publicada en noviembre se dijeron partidarios de aumentar "mucho más" el gasto militar (sanidad y la educación eran las principales prioridades).

Mantener la influencia

Que España no participara en las dos guerras mundiales, y que estuviera relativamente aislada en la Guerra Fría, son cosas que "han inspirado nuestra cultura colectiva y han conducido a que el gasto en defensa tenga una consideración distinta", escribió Félix Arteaga en un artículo.

Sánchez se ha mostrado muy activo en el apoyo a Ucrania, con diversas visitas al país, entregas de armas, y la acogida de más de 200.000 refugiados ucranianos. En febrero, prometió para 2025 un nuevo paquete de asistencia militar para los ucranianos por valor de 1.000 millones de euros.

Ello le valió a España ser invitada a las recientes reuniones sobre la guerra que celebraron en París y Londres un puñado de países europeos. Mantener esa influencia diplomática podría depender de un gasto militar similar al de sus socios, estimó Arteaga.

  • España "va a perder peso" si "no es solidaria con el resto", sostuvo el investigador del Real Instituto Elcano.