Ochenta artistas para explorar en Bruselas la evolución del amor en cinco décadas
Fotografía: EFE




Bruselas, Bélgica. 

La exposición ‘Love is louder’ (El amor es más fuerte) en Bruselas aborda tres dimensiones del amor: romántico, familiar y social; en una muestra que alberga obras de alrededor de 80 artistas de todo el mundo para explorar diferentes visiones sobre el querer en las últimas cinco décadas.

«Fue un desafío crear esta exposición de manera que no diera una respuesta única sobre lo que es el amor”, señala una de las comisarias de la exposición, Anamaría Pazmiño, en declaraciones a EFE.

La exhibición está formada por tres capítulos en los que se reúnen 120 obras de artistas de 27 países, algunas de las cuales han sido realizadas expresamente para la exposición, como un gran mural titulado ‘Belvedère Boerenjongens’ de Kasper Bosmans (Lommel, Bélgica, 1990), ubicado al inicio del recorrido, que muestra un paisaje semirrural.

El título de la muestra, ‘Love is Louder’, que se podrá visitar hasta el 5 de enero de 2025 en el museo Bozar, está sacada del eslogan de una pancarta recogida en la obra del artista Sam Durant (Seattle, Estados Unidos, 1961).

Para Pazmiño este eslogan se adapta perfectamente al espíritu de la muestra puesto que permite a cada persona completar la frase libremente.

«Cada uno puede decir el amor es más fuerte que el duelo, que la pérdida, que la guerra;

pero la idea de la exposición no es dar una respuesta, es dar voz a los artistas y al público», subraya.

Ochenta artistas para explorar en Bruselas la evolución del amor en cinco décadas

Fotografía: EFE

Para ofrecer espacio a los artistas, el Bozar toma como punto de partida histórico el denominado verano del amor en 1967, uno de los grandes hitos del movimiento hippy y la contracultura, para mostrar distintas miradas sobre el amor.

Estas diferentes ideas persiguen «sobrepasar la idea del amor romántico que prevalece en la sociedad, en la publicidad y en los medios de comunicación», y enseñar también las tensiones existentes en las relaciones.

En esta línea se encuentran obras como las esculturas blandas de ‘Couple’ de Louise Bourgeois (Francia, 1911-Estados Unidos, 2010), que muestran a una pareja abrazada pero suspendida por el cuello de una cuerda, con lo que se pretende simbolizar «las tensiones entre la fragilidad y lo efímero del amor».

Al lado de esta pieza, la obra formada por colchones ensamblados titulada ‘Amor a primera vista’ de la argentina Marta Minujín (Buenos Aires, 1943), invita a «envolverse en formas abstractas y blandas que recuerdan los miembros del cuerpo humano y la pasión que puede existir en el momento del primer encuentro».

  • En las salas posteriores, las piezas artísticas se sumergen en explorar el amor en la familia, «que se concibe no solo como biológica, sino también como familia escogida».

Muestra de ello es la obra de la artista estadounidense Sharon Hayes (Baltimore, Estados Unidos, 1970), ‘Ricerche One’, una instalación de vídeo en la que se puede observar una entrevista a jóvenes y niños hijos de parejas homosexuales.

El recorrido de la exposición, que también aborda la cuestión de la irrupción de la tecnología, finaliza con una parte dedicada al elemento del amor en relación a las comunidades y la solidaridad.

«Las comunidades de activismo con respecto a las parejas gay en los años 60 (del siglo pasado) y a la liberación sexual de las mujeres, dan paso a obras que están en el límite entre el activismo político y la creación artística», indica Pazmiño.

En esta parte también se encuentra ‘All You Need is Love’ del artista español Eugenio Merino (Madrid, 1975), que muestra los tres libros sagrados, la Biblia, el Corán y la Torá, en los que aparece inscrita la palabra «love» (amor, en inglés) en la cubierta de cada uno de ellos.

El último gran mural de la exposición, ‘We Complete’, obra de Julianne Swartz (Phoenix, Estados Unidos, 1967) es una instalación sonora que, si varias personas se toman de la mano, permite escuchar voces de niños que leen citas de personas célebres como la Madre Teresa de Calcuta, Isabel Allende o el Che Guevara.

«Son mensajes de esperanza, de solidaridad y de compasión,

es lo que se quiere al final de la exposición, volver a poner al amor en el centro de las discusiones y las relaciones», indica Pazmiño.