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Por Luz Atilano
Responder la pregunta ¿quién fue Antonio Gomezanda? sería una tarea difícil y de largo aliento. Y es que a pesar de su gran incursión en la música, muy poco se tiene detectado sobre la vida de este laguense. No así, por supuesto, sobre el importante papel que jugó en este arte.
Se sabe que nació en Lagos de Moreno el 3 de septiembre de 1894, lugar en el que estudió piano con las maestras Josefina y Concepción Pérez Sandi, para luego continuar su formación en la Ciudad de México y en el extranjero. Hugo Acosta Martín del Campo, músico y docente del Centro Universitario de los Lagos, comparte algunos otros datos al respecto:
«Desde muy niño se fue a la Ciudad de México, allá se formó en el Conservatorio Nacional de Música, fue alumno de Manuel M. Ponce, él emigró, fue a Alemania específicamente, hizo giras de conciertos en Europa y (allá) estudió con un músico muy notable, muy importante, italiano, que se llamó Ferruccio Busoni, (quien) fue un gran compositor, un gran sobre todo transcriptor para el piano, para la orquesta y Antonio Gomezanda tuvo la fortuna de estudiar con él, de formarse parte de su vida con él y regresó a la Ciudad de México y se estableció ahí».
El regreso del músico fue, por así decir, una retribución a su país, pues fue entonces cuando fundó el Instituto de Música Gomezanda en la Ciudad de México, donde dio clases y formó a otros músicos como Jorge Velasco, discípulo al que debemos el conocer la obra de Gomezanda en el sentido más amplio. Fue él quien grabó en un disco de sello alemán junto a un importante chelista, piezas orquestales como el “Poema sinfónico a Lagos”, las “Danzas concertantes”, entre otras.
Y es que, aunque no toda su obra es interpretada en la actualidad, su aportación a la música nacionalista del siglo pasado puede constatarse en sus piezas más conocidas, en las cuales se enfrentó a la orquesta y que fueron creadas con un estilo propio que combinaba técnicas extranjeras.
«¿Qué más pasó en la vida de Gomezanda?, pues todavía es hasta cierto punto una incógnita porque hay muchas cosas que él compuso, tiene música orquestal considerable, tiene música para piano solo, tiene un método de enseñanza musical de piano, tiene muchas cosas… canciones para voz y piano, para chelo y piano… Es un compositor digamos, no tan insignificante, por así decirlos, está dentro de una corriente de compositores nacionalistas en México y bueno… se le desconoce, sí, porque la situación en México así estaba, en ese entonces algunos compositores brillaron un poco más, que escribieron algunos hits, por ejemplo José Pablo Moncayo, de Guadalajara, como el propio Carlos Chávez, como el propio Ponce; José Rolón, que es también más conocido… Y bueno, Antonio Gomezanda es un compositor que pertenece a esa generación, pertenece a esa ola de compositores nacionalistas… y que tiene un toque interesante porque combina su estilo nacionalista mexicano con un lenguaje a veces afrancesado, a veces no tanto… a veces sí con el estilo de composición alemán. No es tan simple como muchas otras composiciones al estilo nacionalista».
De acuerdo con el maestro, aún falta mucho por investigar sobre este músico y compositor laguense. Señala, vale la pena que se trabaje más su música, que se le interprete y que se graben sus piezas musicales, que los músicos se acerquen a sus composiciones más serias como las sontas y los cuartetos; en pocas palabras, que se dé a conocer. Si bien, indica, es difícil tener acceso a toda su música, se le debe estudiar, ya que es parte de la memoria histórica y de la identidad de Lagos de Moreno.
En su caso, como investigador en el área, se ha encontrado con varias sorpresas gracias al acervo de partituras que la hija de Gomezanda, Yolanda Gomezanda, le dejó consultar. Piezas que además de analizar, decidió transcribir y grabar:
«En lo que a mí respecta, pues el análisis que hice de las obras que grabé, la transcripción que hice… pues son canciones muy nacionalistas, muy mexicanas, con temática totalmente mexicana. Y el estilo de composición es también muy apegado a lo que es la canción mexicana, a la canción romántica, más del estilo del Romanticismo mexicano como las canciones que hizo Ponce, por ejemplo. Entonces, tienen una armonía digamos sencilla, la canción, pero digamos estilizada para hacerla canción de concierto».
Hugo Acosta Martín del Campo
Este trabajo puede constatarse en Seis canciones, publicación de 2016 en formato de libro, que incluye las piezas Vieja danza, El corrido de Higaditos, Amor ranchero, No duermas, Remedios para el amor y Tiernamente: las versiones originales de Gomezanda, las transcripciones de Hugo Acosta a fin de poderlas comparar y, como se trata de canciones de dominio popular, cuenta también con una versión para voz y acompañamiento armónico (para su ejecución en cualquier instrumento armónico).