Ocotlán, Jalisco

Han pasado 203 años desde que habitantes de Mezcala resistieron los ataques del ejército realista parapetados en una isla ubicada enfrente de la población, la Isla del Presidio. Por ello, este 25 de noviembre, el pueblo celebró la defensa de su isla, la lucha continúa.

El cronista del pueblo, Exiquio Cruz, recalca que ningún español con intenciones bélicas pisó tierra en la Isla de Mezcala:

“Bueno, les quiero decir que por las fuerzas de las armas, este lugar nunca fue tomado, un español jamás puso un pie en este lugar en son de guerra, porque las cercas que estaban hundidas en el agua detenían las embarcaciones y los indígenas con la honda o tematlac destrozaban a los campamentos militares o a las armadas españolas que se acercaban a este lugar. El gobierno español  cambia de estrategia de guerra y entonces bloquea, porque por las fuerzas de las armas no pudo, entonces bloqueó, puso alrededor de todo el lago campamentos militares de 900 soldados, cuando los indígenas querían tomar alimento los regresaban a cañonazos".

En estas circunstancias, padeciendo hambre, enfermedades, lograron resistir cuatro años, entre 1812 y 1816. Mil hombres a las órdenes José Santana y Encarnación Rosas impidieron la entrada a un ejército realista que llegó a reunir en el cerco a más de 8 mil soldados, y que además contaba con el apoyo de los habitantes de la cabecera municipal, quienes incluso, en 1813 juraron la Constitución Española, según relata Santiago Bastos Amigo, en un artículo académico. 

Al respecto, Exiquio Cruz, cuenta cómo el gobernador de la Nueva Galicia pedía la rendición:

“En 1814 José de la Cruz manda a emisarios a decir que ya no se pelee esta guerra, que a cabo no la van a ganar, que va a haber más soldados, más embarcaciones bloqueando, que esta guerra está perdida y los indígenas contestan: regresense a su tierra, que esta es la nuestra, así era el orgullo de los mexicanos. Más tarde vuelven a mandar otro emisario, y les dice: miren, que ya se rindan, que ya dejen de pelear, porque si no lo hacen, va a correr la sangre. Y un personaje que recoge la historia dice que cuando el líder de aquí, dice: oigan, nos mandan esta noticia, y dicen que si no nos rendimos va a correr la sangre. Ellos con la fortaleza que aún les quedaba, dijeron: que corran sangre, sí que corran sangre, que al fin y al cabo es la nuestra”.

Fue hasta el 25 de noviembre de 1816 que se llegó a un armisticio, sin embargo la lucha no ha cesado, el pueblo de Mezcala sigue en pie, luchando por su libertad, por sus derechos, por su reconocimiento como pueblo indígena. 

“Salen un 25 de noviembre en la mañana, José Santana y Marcos Castellanos, platican con José de la Cruz, y se firma un acuerdo de paz. Se cierra el capítulo de historia y los indígenas que estaban aquí fortificados empiezan a regresar a sus pueblos, pero no olvidamos que en este movimiento está envuelto: Marcos Castellanos, José Santana, Encarnación Rosas, Julián Navarro, Luis Macías… otros personajes que la historia no nombra, aquellos que murieron en este lugar, nuestras palabras, nuestro himno nacional, que se eleven como una ofrenda”.

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