2-3. La insistencia de Dudley pone en cuartos a EE.UU. y termina con el sueño de México
Montserrat Saldívar (d) de México disputa un balón Gisele Thompson de Estados Unidos este miércoles, en un partido de los octavos de final de la Copa Mundial Femenina sub-20. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda




Bogotá.

La insistencia de la atacante Jordynn Dudley, de los Florida State Seminoles, le permitió a Estados Unidos vencer este miércoles por 2-3 a México e instalarse en los cuartos de final del Mundial Femenino Sub-20 de Colombia, en los que esperan rival entre Alemania y Argentina.

La atacante de 19 años rompió al minuto 98 la paridad en el estadio El Campín de Bogotá, donde su equipo tomó la ventaja dos veces con los goles de Pietra Tordin y Ally Sentnor, pero vio cómo sus rivales igualaron en ambas ocasiones con los tantos de las extremas Valerie Vargas y Montserrat Saldívar. 

El USWNT salió con todo, liderado por la centrocampista Claire Hutton que empezó a ser la socia de todas sus compañeras. La primera clara llegó al 5 con un remate de Sentnor que sacó una defensora de la raya. 

Sin embargo, el gol no tardó y al 10 la extrema Emeri Adames lanzó un centro a media altura que cazó con una estirada la goleadora Tordin, que desvió el balón y llegó así a su cuarta anotación en el campeonato. 

Las estadounidenses mantuvieron el dominio e incluso estuvieron cerca de anotar, pero Saldívar apareció por primera vez en el partido al 22 para, en un contragolpe letal, mandar un balón cruzado desde la izquierda al otro lado del área que le llegó a Vargas, que con un zurdazo venció la resistencia de Teagan Wy, que hasta ese momento era una espectadora más. 

El partido se equilibró, aunque las dirigidas por Tracey Kevins volvieron a tomar la ventaja muy rápido, apenas cinco minutos después, cuando Sentnor recibió afuera del área, encontró un hueco entre dos rivales y lanzó un fortísimo remate que colgó a la portera Renatta Cota. 

El ida y vuelta se mantuvo. En ese contexto México volvió a igualar el partido al 39 cuando la volante Alice Soto mandó un pase filtrado para Montserrat, que recibió en el costado izquierdo, se deshizo en el área de la lateral Savannah King y sacó un derechazo imposible de atajar para Wy.

En el segundo tiempo, el USWNT retomó el control y, en una gran jugada colectiva, que terminó con un pase filtrado de Sentnor para Tordin, que mandó el balón al fondo ante la salida de Cota.

No obstante, el gol fue anulado, tras una petición de revisión de México, por un fuera de lugar de la lateral Gisele Thompson en el inicio de la jugada.

El partido cayó, pero los dos equipos se reactivaron en los minutos finales, un ida y vuelta en el que cualquiera de los dos se hubiera podido llevar la victoria.

Primero fue un remate de larga distancia de Leah Klenke que sacó, con mucho esfuerzo, la portera mexicana, cuyo equipo respondió con un disparo de Soto que se estrelló en el horizontal.

  • Después, en una muy buena jugada colectiva, la atacante Dudley que ingresó en los minutos finales sacó un remate de tacón que salvó una brillante Cota en una noche inolvidable para ella. 

El partido se fue al tiempo suplementario y las estadounidenses siguieron atacando a las mexicanas, a las que se les notó el cansancio en este punto del partido. 

Eso lo aprovechó el USWNT que encontró el 2-3 al 98 cuando un error en salida de la centrocampista Yareli Valadez el balón le quedó a sus rivales y la centrocampista Yuna McCormack habilitó a Dudley, ingresó al área y venció la resistencia de Cota, que en esta ocasión no pudo hacer nada para evitar la celebración.

En el segundo tiempo del alargue, la central Natalia Colín derribó en el área a Maddie Dahlien y tras revisar el video, la jueza pitó un penalti, cuyo cobró atajó la portera mexicana Mariángela Medina, que reemplazó a la lesionada Cota, para mantener viva la esperanza de su equipo.

Sin embargo, el desgaste del Tri se evidenció en el final del juego, en el que no volvió a llegar a la portería de Wy y se despidió de un torneo en el que soñaba en grande pero se quedó en octavos ante su más acérrimo rival.

 

Jorge Gil Ángel