El papa Francisco pronunció duros y directos discursos durante su gira en México, afectado por la corrupción y la violencia. 

Estas son algunas de las frases más impactantes:

- 13 de febrero - 

Ciudad de México - Palacio Nacional:

"Cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte".

Catedral metropolitana:

"La proporción del fenómeno (del narcotráfico), la complejidad de sus causas, la inmensidad de su extensión (...) la gravedad de la violencia que disgrega y sus trastornadas conexiones, no nos consienten a nosotros, pastores de la Iglesia, a refugiarnos en condenas genéricas, sino que exigen un coraje profético".

- 14 de febrero -

Ecatepec, Estado de México (centro). Misa:

"Hacer de esta bendita tierra mexicana una tierra de oportunidad (...) Donde no haya necesidad de emigrar para soñar, donde no haya necesidad de ser explotado para trabajar".

México debe ser "una tierra que no tenga que llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de los traficantes de la muerte".

- 15 de febrero -

San Cristóbal de las Casas, Chiapas (sur). Misa:

"Muchas veces, de modo sistemático y estructural, sus pueblos (indígenas) han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. (...) Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!".

- 16 de febrero -

Morelia, Michoacán (oeste). Misa:

"¿Qué tentación nos puede venir de ambientes muchas veces dominados por la violencia, la corrupción, el tráfico de drogas? (...) Frente a esta realidad nos puede ganar una de las armas preferidas del demonio: la resignación".

Jesús "nunca nos invitaría a ser sicarios".

- 17 de febrero -

Ciudad Juárez, Chihuahua (norte). Cárcel estatal:

"A veces pareciera que las cárceles se proponen incapacitar a las personas a seguir cometiendo delitos más que promover los procesos de rehabilitación (...) El problema de la seguridad no se agota solamente encarcelando".