Bagdad, Irak.

El primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, rechazó el lunes la dimisión de tres ministros de su gobierno, que renunciaron para protestar contra la destitución del presidente del Parlamento, Mohamed al Halbusi, influyente político sunita.

A mediados de noviembre, la Corte Suprema, la más alta instancia judicial de Irak, puso fin al mandato de Al Halbusi, tras la denuncia de un diputado por presunta "falsificación" de un documento.

En consecuencia, el partido Taqadom ("Progreso", en árabe) de Al Halbusi anunció la dimisión de sus tres ministros en el seno del gobierno, encargados de las carteras de Cultura, de Planificación y de Industria.

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"El primer ministro rechazó las dimisiones presentadas por los ministros de Planificación, de Industria y de Cultura. Por consiguiente, retomarán sus funciones", según un comunicado de los servicios de Al Sudani.

Este rechazo, explica el texto, es resultado de la voluntad del gobierno de "garantizar la representación política de todos los integrantes del pueblo y de sus fuerzas políticas", con el fin de "apoyar la estabilidad política".

La vida política en Irak, país multiétnico y multiconfesional, está regido por un reparto del poder entre las diferentes comunidades: el puesto honorífico de presidente recae tradicionalmente en los kurdos; el de primer ministro en los chiitas; mientras que la comunidad sunita está representada por el presidente del Parlamento.

Las elecciones y los nombramientos de responsables en los más altos cargos son a menudo procesos complicados que pueden durar varios meses, complicados por negociaciones interminables y acuerdos arduamente negociados.

En el país mayoritariamente chiita, el Parlamento de 329 diputados está dominado por una coalición de partidos chiitas proiraníes.