Guadalajara, Jalisco.

Como una discusión atrasada e innecesaria con Estados Unidos y Canadá, es como describió el presidente Nacional del Consejo Agropecuario, Juan Cortina Gallardo, el decreto de México que prohíbe el maíz transgénico para el uso en masa y tortillas para el consumo humano.

Durante el Foro Global Agroalimentario en su edición 20, celebrado en la Expo Guadalajara, Juan Cortina argumentó que será para el 2024 que el panel de solución integrados por los tres países que conforman el Tratado de Libre Comercio (T-MEC) dictamen el resultado final.

Es decir, sí hay o no hay daño a la salud por el consumo de maíz transgénico.

“Hoy en día vamos a terminar de tener esa discusión a través de los paneles. Se va a tener una decisión final.

El presidente de la república dijo que se tiene que acatar por la parte que pierda y yo creo que será en el verano que viene en donde dará su resolutivo el panel y este será un tema que estará juzgado no tiene repercusiones hoy en día con Estados Unidos porque no está afectando el comercio”.

Actualmente, México importa poco más del 50 por ciento del maíz de Estados Unidos lo que significa en términos monetarios 6 mil millones de dólares, puntualizó Juan Cortina Gallardo.

“Es un maíz que traemos a México, se utiliza principalmente para el sector pecuario en donde se le da un valor agregado, se producen proteínas para vender en el mercado nacional y para exportación.

Se utiliza para la industria para múltiples cosas desde temas farmacéuticos hasta la alta fructosa, almidón etc…

Somos el principal consumidor de Estados Unidos por debajo de China, del maíz que producen y tenemos una enorme ventaja en México de poderlo importar en términos y condiciones muy favorables por la cercanía y eso ha ayudado que el sector pecuario crezca de la manera que lo ha hecho”.

• Por otra parte, adicional al decreto México que prohíbe la importación del maíz transgénico, desde el 2013 se interpuso una demanda colectiva integrada por 52 personas, 22 organizaciones de la sociedad civil, quienes han defendido por 10 años los intentos de sembrar maíces genéticamente modificados en el país, el territorio y las tierras de las comunidades indígenas y campesinas en México.

Actualmente, existe una medida precautoria para la prevención del uso de semillas transgénicas de empresas como Monsanto, Dow Agrosciences, PHI México y Syngenta.