Ante caos diario, usuarios del transporte en Periférico Sur y Colón piden una estación de transferencia




Tlaquepaque, Jalisco.

El sitio donde la semana anterior una mujer y dos varones dieron una golpiza al policía vial Ezequiel Gómez Santos, en Periférico Sur y Colón, a unos metros de la estación de la Línea 1 del Tren Ligero, es un caos, sobre todo en las horas pico.

El agente vial buscaba sancionar a camiones que se estacionaban en doble fila para levantar a pasajeros que salen del Tren Ligero y siguen su camino hacia las decenas de fraccionamientos en la zona Valle de Tlajomulco, El Salto y Cajititlán.

Cientos de usuarios se apiñonan en la banqueta, al salir de la estación Periférico Sur del Tren Ligero, para poder abordar alguna de las decenas de unidades del transporte público, que hacen filas y compiten por el espacio con taxis y autos de la empresa UBER.

En ese sitio, confluyen ocho rutas, entre las que sobresalen la 380, la 619 y las unidades “pirata” de la empresa Transportes Santa Lucía, algunas con placas federales y otras incluso sin ellas.

La Policía Vial intenta poner orden para desahogar a los camiones del transporte público y federal, pero en horas pico, la realidad los rebasa.

Usuarios del transporte público piden con urgencia que alguna autoridad, ya sea el Ayuntamiento de Tlaquepaque, el Gobierno de Jalisco o la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) realicen un proyecto para construir una estación de transferencia que los conecte con dignidad, entre las rutas de transporte urbano, suburbano y federal, con el servicio de Tren Ligero y los taxis y los autos de alquiler de Uber.


Ignacio Pérez Vega