Por Luz Atilano

A las faldas de la Mesa Redonda se encuentra la comunidad rural laguense conocida como Paso de la Mesa, un pequeño lugar en el que habitan poco más de quinientas personas y en el que, como en prácticamente toda la zona rural de este municipio, se resiente la falta de un servicio tan indispensable como el de Seguridad Pública.

Y  es que, según comparten algunos de sus habitantes, si bien consideran su comunidad como un lugar tranquilo, se llegan a presentar situaciones en las que requieren la intervención de Policía Municipal y ésta nunca se hace presente a tiempo:

«Los sábados que andan los borrachos, que peleándose y que esto y que lo otro, los sábados y domingos son los días (que se necesita más) que venga a darse sus vueltas».

«Pues la seguridad esa viene como luego dicen, ya cuando la cosa ya pasó. Siempre les digo yo, que anda un problema allá arriba, que andan agarrándose y nada… ah, pero ya de rato sí llegan, ya cuando pasó todo».

«Sí vienen… después de una hora. Le pedí yo al presidente que está ahorita de que nos apoye, mandando las patrullas siquiera sábados y domingos y sí vienen… pero vienen en el día y en la noche vienen otros muchachos que no son de aquí, vienen a buscar pleito y así. Entonces, ¿cuál es el apoyo?».

«Aquí pasa lo que pasa, hace poquito le quebraron los vidrios a una troca allá donde está el poste aquel y nunca se arregló nada. A pedradas se la quebraron al muchacho y no se hizo nada. No tenemos nada de seguridad… vienen en el día pero lo mero es en la noche los sábados y los domingos, ya no vuelven, nomás un ratito en el día, en el mediodía y en la tarde, pero cuando son los pleitos ya nunca se arriman».

«Ya vienen ya cuando pasaron los pleitos, es cuando vienen. ¿Ya qué?, no vienen pronto y ya cuando pasa el pleito es cuando llegan y ya pasó todo, pues ya qué…».

A decir de los habitantes del Paso de la Mesa, son conscientes de que quizá los elementos de Policía no pueden permanecer todo el tiempo en su comunidad. Sin embargo, señalan que sí consideran necesaria mayor presencia de la corporación sobre todo para evitar actos delictivos o riñas durante los fines de semana, cuando el consumo de alcohol llega a propiciar ciertos percances. Y en este mismo sentido para que el billar con el que cuenta la comunidad reciba constante vigilancia.