Montreal, Canadá.

El primer ministro de Canadá Justin Trudeau dijo el viernes que era reacio a viajar a Washington la próxima semana para celebrar una cumbre para marcar la entrada en vigor del nuevo tratado comercial norteamericano, debido en parte a las preocupaciones sobre posibles aranceles estadounidenses al aluminio canadiense.

"Todavía estamos en conversaciones con los estadounidenses sobre si habrá una cumbre trilateral la próxima semana", dijo Trudeau durante una conferencia de prensa.

"Obviamente estamos preocupados por el tema de las tarifas del aluminio y el acero, que los estadounidenses plantearon recientemente", dijo el jefe del gobierno canadiense.

Otra fuente de preocupación es la "situación de salud y el coronavirus que aún ataca" a los tres países.

Estados Unidos es el más afectado en el mundo por la pandemia, con más de 2,7 millones de casos y 128 mil muertes.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que se reunirá con su par de Estados Unidos, Donald Trump, la próxima semana en Washington.

A comienzos de esta semana Trudeau había dado cuenta de rumores de que Trump podría volver a imponer aranceles al aluminio canadiense.

Explicó que Estados Unidos no tenía suficiente capacidad de producción y que, por tanto, necesitaba aluminio canadiense para sus industrias automotriz y de alta tecnología.

El 17 de junio, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, advirtió al Congreso que la administración Trump estaba preparada para tomar medidas "con la frecuencia" necesaria para desafiar posibles incumplimientos del nuevo acuerdo.

El nuevo acuerdo de libre comercio que vincula a Estados Unidos, Canadá y México entró en vigencia el miércoles, en momentos en que las fronteras entre los tres países están parcialmente cerradas debido a la pandemia de covid-19.

El nuevo tratado remplaza al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que data de 1994 y fue consideró obsoleto por las tres naciones.

En junio de 2018, durante la renegociación del tratado, Trump no dudó en imponer aranceles punitivos al aluminio canadiense, causando el asombro de su histórico aliado.