Guadalajara, Jalisco.

La Secretaria General del ayuntamiento de Tonalá, Celia Gauna, y autoridades municipales realizaron un recorrido en la estación de transferencia de El Cielo para mostrar los trabajos de mitigación que han realizado para evitar el escurrimiento de agua de lixiviados a las calles de la comunidad ahora que comiencen las lluvias.

En el lugar se colocaron dos fosas y cuatro cisternas, que en total pueden captar 110 mil litros de agua con lixiviados durante la temporada de lluvias,

por lo anterior la secretaría del ayuntamiento de Tonalá garantiza que no haya escurrimientos siempre y cuando no existan precipitaciones atípicas que superen lo humanamentes trabajos realizados.

"Mira te puedo decir que las medidas de mitigación que se hicieron están cubriendo prácticamente el 100% de esta probabilidad -¿Se garantiza entonces?- sí, sin embargo o sea la naturaleza es la naturaleza, o sea yo te podría poner ejemplo de los árboles, nosotros hicimos lo que humanamente y técnicamente es lo adecuado, sin escatimar ningún recurso para que esto suceda adecuadamente" señaló la Secretaria del ayuntamiento de Tonalá.

Por su parte los vecinos no tienen fe a los trabajos de mitigación para evitar escurrimientos de lixiviados a sus calles y

denunciaron que a ellos ni la autoridad ni el observatorio ciudadano les ha informado

las labores realizadas siendo que deberían ser los primeros en ser notificados.

Leonor, vecina de Tonalá señaló que:

"No nos han mostrado nada porque estos hoyos que tienen a la orilla y esos borditos nosotros no los habíamos visto, vimos unos hoyos pero no regresamos a corroborar todo esto y esto no estaba, pero yo quisiera que la comunidad en lo particular viniera para que viera, porque eso a mí me da hasta risa, van a ver a la hora de las aguas si el agua desbarata estos caminos que no va a desbaratar ese bordo de menos de 50 centímetros la verdad, no nos ha dado cuenta de nada".

Los vecinos organizados de Tonalá volvieron a manifestarse en las instalaciones de El Cielo durante el recorrido, continúan solicitando que se cumpla la clausura definitiva antes de que inicien las lluvias pues insisten en no confiar en los trabajos de mitigación de las autoridades y que sus calles se convertirán en ríos de lixiviados.