Guadalajara, Jalisco.
En los últimos 12 años, la Comisión Estatal del Agua de Guanajuato ha registrado un incremento en las cuentas comerciales que rebasa el 50 por ciento.
De acuerdo con el estudio de evaluación socioeconómica para la construcción de la presa El Zapotillo, actualizado en junio pasado, las tomas comerciales incrementaron en 56 por ciento. Mientras que las tomas industriales también registraron un incremento de seis por ciento.
El estudio señala que son las clases altas quienes más agua consumen, con 217 litros diarios per cápita. Mientras que la población menos favorecida económicamente es quien consume menos agua, con 175 litros diarios por persona.
En estos momentos, la Comisión encargada de evaluar la necesidad del recurso hídrico de Guanajuato reporta un déficit de mil 404 litros por segundo para las comunidades más cercanas a León, la capital industrial del Bajío mexicano.
Sin embargo, la misma dependencia señala que las pérdidas de agua por fugas o daños en la tubería no ha podido reducirse de manera significativa desde el año 2005, cuando el proyecto de El Zapotillo emergió desde las oficinas del gobierno federal.
Del total de agua que se extrae de los pozos, sólo se factura el 56 por ciento del agua que corre en las tuberías del SEAPAL. Pero 32 de cada 100 litros se pierden en la tubería por fugas, de acuerdo con los registros del 2017. En 2005, los litros perdidos eran 36 por ciento.
El estudio realizado por Estudio Mulkin S.A. de C.V. tiene las características del proyecto de la Presa El Zapotillo, donde señala que la cortina a 80 metros sólo tendría beneficios para una pequeña zona de los altos de Jalisco, y ninguno para zona conurbada de Guadalajara. En cambio, con la cortina a 105 metros de altura, le aportaría tres metros cúbicos por segundo a la ciudad tapatía.
Todo esto, con base en el acuerdo de origen que firmaron los gobiernos de Jalisco y Guanajuato, en 2007. Sin embargo, una altura de 105 metros de la cortina de la presa ocasionaría la inundación de los pueblos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo. Los tres ubicados en el municipio de Cañadas de Obregón.