Giadalajara, Jalisco.
El confinamiento por el COVID-19 agudizó el estrés hídrico en Tlajomulco de Zúñiga por el estiaje.
Desde que inició el aislamiento social aumentó el consumo en el hogar y por acciones de sanitación de espacios públicos en este municipio, que se abastece de pozos profundos y que dejó de ser dormitorio para concentrar familias enteras las 24 horas del día, informó Gustavo Ramos, director de Obra Pública de Tlajomulco de Zúñiga.
"Nos encontramos en época de estiaje que disminuye la capacidad de los pozos profundos, además de que entendemos que la zona está con estrés hídrico y existe una disminución en volumen. El coronavirus vino a modificar el criterio de abasto. hoy lo que es un pico de demanda se encuentra en un valle, este valle nos exige garantizar más volumen de agua", comentó Gustavo Ramos.
El ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga soluciona eventualmente el suministro de agua potable en las zonas afectadas con 11 pipas proporcionadas por el gobierno del estado, pero este mismo año ejecuta obras de acueductos y la segunda fase de la planta potabilizadora del Zapote para aumentar el volumen de abasto.
El gobierno municipal emprendió a la par 18 acciones para controlar deslaves e inundaciones en el próximo temporal en la zona de Bosques de Santa Anita, como lo ocurrido el año pasado por incendios forestales e invasión de cauces, indicó el funcionario municipal.
El director de T
aclaró que los fraccionamientos de las partes bajas del bosque de La Primavera se mantienen como zona de riesgo, pero que estas obras ayudarán a controlar los deslaves e inundaciones para que no sean de la misma magnitud de los registrados en 2019.