Tetelco, el pueblo de México que logra rescatar al campo sin necesidad de agroquímicos
(Xinhua/Li Mengxin)




MÉXICO.

En el sur de la Ciudad de México se localiza el pueblo originario de San Nicolás Tetelco, cuyos habitantes han logrado rescatar sus campos afectados por la sequía mediante el retorno a técnicas ancestrales de cultivo y sin el uso de químicos, en beneficio de la preservación agrícola.

En la época prehispánica, la cultura mexica estableció en Tetelco un centro ceremonial dedicado a Tláloc, dios de la lluvia, además de construir canales y sistemas de irrigación para sus cultivos.

En la actualidad, la sequía afecta a la mayor parte del Valle de México, donde se ubica la capital mexicana, razón por la cual los campesinos de la zona tuvieron que trabajar la tierra con el mínimo de agua y sin el uso de agroquímicos.

"Espero siempre mantener esto así, orgánico. Todo se hace manualmente", compartió con Xinhua la productora de nopal (cactus comestible), María del Pilar López Yáñez, conocida como "Pily".

"Nos han comentado que podríamos evitar ese trabajo, pero eso afectaría el subsuelo y nos afectaría a nosotros mismos, por eso hemos decidido hacerlo manualmente", agregó López Yáñez.

Ya en nuestros días y sin olvidar sus tradiciones, agricultores de la zona aún rinden tributo al dios Tláloc y lo hacen al subir al cerro Ayaquémetl de Tetelco para ofrendar sus productos y solicitarle que haya lluvias suficientes para una buena cosecha.

  • Tetelco es una de las comunidades antiguas del Valle de México, anterior a la llegada de los españoles a América.

 Sus primeros habitantes se establecieron a las orillas de lagos y cerros antes de nuestra era, por lo que es un pueblo mucho más antiguo que Tenochtitlán, capital del imperio azteca fundada en 1325.

Para "Pily", la agricultura ha sido parte de su vida por más de cinco décadas, pues desde que era niña su padre la llevaba a sembrar maíz y algunas hortalizas.

"Mi padre me enseñó a sembrar, a cultivar, y de ahí viene de generaciones cómo cuidar la tierra y mostrarnos las herramientas necesarias para poder cultivar", recordó López Yáñez muy emocionada al expresar su amor al campo.

"Es una maravilla, es una bendición poder estar en contacto con nuestra madre naturaleza, con la Tierra", dijo, al compartir que se trata de "algo muy diferente" que se tiene que sentir y disfrutar.

"Es poder decir gracias a nuestra madre tierra, porque gracias a ella tenemos productos para comer", expresó.

Esta productora de nopal también ha decidido heredar los conocimientos que tiene del campo a sus hijas y a su nieta, al confiar en que continuarán con el cuidado de la parcela, heredada a su vez por una de sus amigas y de la que nutritivos nopales verdes salen de la tierra.

"Es un gran orgullo poder participar para el bienestar de las familias", aseveró "Pily", al apuntar que como sus productos son orgánicos, tienen "mucho beneficio" y no perjudican.

Refirió en tal sentido algunas de las bondades y propiedades del nopal como regulador de la glucosa o la presión arterial por su alto contenido de fibra.

  • La señora Pilar y otros compañeros agricultores de la zona enfrentan sin embargo un gran reto: la sequía.

Para superarla buscan implementar este año un sistema de riego por goteo, ya que muchas parcelas no tienen agua, elemento vital para los cultivos.

"Eso nos va a ayudar muchísimo. La producción va a aumentar porque el goteo es algo muy beneficioso", agregó.

Al igual que Pilar, el señor Humberto Jurado ha sembrado por décadas maíz y hortalizas, sin necesidad de usar pesticidas para combatir las plagas o alguna otra sustancia que afecte la salud.

"En realidad, si tú tienes amor al campo y quieres una buena cosecha, te tienes que esforzar para echarle abono de res, agrícola, no abono químico", comentó Jurado a Xinhua.

En adición, el agricultor mencionó que su parcela le proporciona alimento a él y a su familia durante unos seis meses, tiempo en el que transforma el maíz en tortillas, tamales o pinole, este último una harina hecha a base de maíz, además de atole, bebida típica también a base del grano.

Con esta labor, el productor también proporciona empleo a otros jefes de familia que le acompañan a preparar la tierra para sembrar, además de asegurar el autoconsumo y vender las mazorcas excedentes a comerciantes cercanos.

"Hemos mejorado la vida de varias personas. El producto es para todo mexicano porque con el producto llega la tortilla a la mesa de cada uno de los mexicanos. Es muy importante esta planta", expresó.

El sector agrícola mexicano es uno de los más importantes en América Latina, al ser el principal productor de hortalizas en la región y ocupar la segunda posición en el cultivo de fruta, solamente detrás de Brasil, según cifras oficiales.