Guadalajara, Jalisco.

El tapatío Alexis Figueroa Vallejo, dejó todo por un sueño: ser candidato independiente a la Presidencia de la República. Pero se encontró con el calvario que hoy sufren todos los aspirantes por esta vía, aún quienes tienen fama y estructura.

Luego de sobrevivir a un accidente, Figueroa viajó a Uruguay, para conocer a su ídolo el ex presidente José Mujica. A su regreso, el tapatío inspirado en el ejemplo del “Pepe”, dejó todo. Renunció a su trabajo como director de la defensoría pública en la Procuraduría Social de Jalisco y se inscribió como aspirante independiente a la Presidencia de México.

Sin embargo, se encontró con un calvario.

“Desde ir a la Ciudad de México ida y vuelta y nos piden casi un millón de firmas, que deben estar distribuidas mínimo, en 17 estados de la República. Ese es un inconveniente muy grande, más si no eres famoso ni tienes una gran estructura. ¿Cómo vas a colectar 11 mil firmas diarias en 120 días? Si las personas con estructura, fama y dinero, no llevan ni el 10 por ciento”.

Al preguntarle porque no buscó un cargo más local, como una diputación o una regiduría, respondió:

“Porque no nos fuimos por un cargo de elección popular de abajo para arriba, como el caso Kumamoto. Porque la verdad es que si vas a un cargo de elección popular de bajo perfil no puedes hacer nada. Las cosas no se arreglan de abajo hacia arriba. ¡No te dejan! Tienes que arreglarlas de arriba para abajo”.

Abogado, egresado con promedio sobresaliente, con maestría en Juicios Orales, cinta negra y ex seleccionado nacional de Hap Ki Do, y defensor de la dignidad animal, señaló que el sistema está diseñado para que no lleguen auténticos ciudadanos, sino políticos con estructura.

Pero no se va a quedar cruzado de brazos para lograr su sueño.

"Si se puede. Aunque te digan que no que puede. Aunque se burlen de ti y todas las probabilidades vayan en tu contra".

-¿Qué vas a hacer para lograr las firmas?- pregunta el reportero

-Como ahorita nadie me conoce, ni en mi casa. Más que ustedes dos, vamos a elaborar un vídeo que va a exponer la realidad del país y no hablará de manera somera: Yo les propongo que juntos encontremos una solución? ¡No! Vamos a hablar de los problemas reales.

Enfocará su mensaje en temas como las excesivas cargas laborales y los míseros sueldos y la deficiencia en los servicios de salud que contrastan con los lujos en que viven los políticos; entre otras denuncias.

“Si no hacemos algo ya y si hacemos como que nada pasa y todo está bien, más futbol, más distracciones, esto no va a cambiar. Por eso me atreví a dejar todo para estar parado ante ustedes el día de hoy. No se si lo voy a lograr. Pero al menos: lo voy a intentar”.