“Si ustedes aguantan, nosotros aguantamos”
Me armé de versos y de fusiles




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Por Gabriela León

Este domingo 18 de agosto, 10 jóvenes poetas se reunieron para leer parte de sus trabajos como otra forma de resistencia contra la imposición e invasión de las tierras del Pueblo de San Juan Bautista de La Laguna.

El evento “Me armé de versos y fusiles” fue organizado por habitantes de La Laguna y los mismos poetas: Samira Arellano, Yomira Gómez, Luz Atilano, Juan Antonio Orozco, David Barajas Pineda, Jorge Cualquiera, Diana Neptuno, Andrés Acosta, Paúl Martínez Facio y Paola Bernal, escritores dispersos pero radicantes en Lagos de Moreno, se juntaron en la lectura poética para habitar en La Laguna en el campamento en pro de la resistencia contra la instalación del gasoducto, trabajo de la empresa Noroeste.

El lugar estaba lleno de familias oriundas de San Juan Bautista de La Laguna, niños y niñas, adultos y adultos mayores escuchaban versos para el desahogo de lo que, a palabras de Samira Arellano, quien tuvo la iniciativa de la gestión, acontece en todo el país:

“Hay algo que es una realidad en común y que a pesar que nosotros los poetas no vivimos en La Laguna como tal y no estamos en estas circunstancias de introducir un gasoducto a pesar de que ellos no lo deseen y que va en contra de sus propios derechos, vivimos en un panorama general, una realidad en común que es la injusticia, es decir, su causa no es ajena a nosotros”.

Pero, ¿por qué poesía?

“Yo lo he dicho en varias ocasiones: la poesía posibilita distintas realidades, posibilita la reflexión en estas posibilidades. En estos momentos hablábamos con ellos y decíamos es que la realidad a veces nos supera, tenemos que enfrentarla de alguna manera y creo que lo que hace la poesía es liberarnos de esta realidad. Cuando tú te posiciones en otras personas sales de ti mismo y sabes decir ‘mi realidad no es tan distinta a la tuya’”.

'Me armé de versos y de fusiles'

Salvador, o Jorge Cualquiera, poeta oriundo de la cuna del Pueblo Originario, Orilla del Agua, habla de cómo la influencia indígena en sus raíces es acogida por su poesía.

“El primer poema que leí es ‘Me voy a poner rojo’ y esto es porque a mí no me gusta la palabra prieto, con la que asimilan a los morenos. Yo asimilo el rojo de la tierra, con el color moreno. Así yo lo concibo, así me hicieron creer, mi abuela fue así de ‘no eres indio, eres indígena’, los indios son de la india, los indígenas: colonizados’”.

Niños colaborando en mantas para el evento

Este tipo de ejercicio, no solamente renueva una lucha en pie, sino que también ayuda a formar el contexto social de las nuevas y viejas generaciones que, a pesar de las adversidades, se forman bajo las enseñanzas de la permanencia.

“Siempre he estado de acuerdo con el movimiento, además creo que aquí lo que se hace, el conocimiento que uno tiene, bueno: es una construcción social. Aprendemos en sociedad. Convivir con la gente es lo importante, tanto para ellos como para nosotros, auqnue en esta ocasión nos tocó la voz a nosotros, pero ellos son los que lideran”.

“Mientras ustedes aguanten, nosotros aguantamos”, anunció Samira Arellano, cuando a mitad del evento, la lluvia atrapó a los asistentes bajo la carpa del campamento, la lectura poética siguió.

Paúl Martínez, extracto

III. 

Anuncian su gran progreso

Armados sin uniforme

Con pensamiento deforme

Y carencia total de ceso

Gritan ¡vendrán industrias, beneficio y abundancia!

No explican que la ganancia será sólo para sus crías

Envenenan sus jaurías con bolsitas de mandado

Dan lo que no es dado. Siempre cobran regalías

De contar sus tropelías, yo sí que ya estoy cansado.