Por Paúl Martínez Facio

La promulgación de la ley anti-ruido ha comenzado a hacer evidentes las distintas carencias que el Ayuntamiento de Lagos de Moreno tiene en lo que respecta al tema del control de ruidos.

Y es que aunque tendrán al menos 180 días a partir de la publicación de dicha ley para garantizar la aplicación de la misma, son severas las correcciones que se tienen que hacer, ya que por principio no se cuenta con el equipo necesario, por ejemplo, para monitorear de manera eficaz los emisores móviles de ruido. Esto es lo que al respecto comparte Francisco Ortiz Wario, encargado de turno de la división de Tránsito Municipal:

«Acaban de legislar la ley anti-ruido, la acaban de promulgar, falta que entre en vigor. Nosotros para implementar un operativo anti-ruido, necesitamos el equipo necesario para ello, en este caso quien tiene el equipo necesario es Ecología, porque él maneja los decibeles permitidos, para ejemplo los centros recreativos, ellos manejan los decibeles; ellos tienen también sus boletas de infracción, pero no tanto en cuanto a movilidad, necesitaríamos nosotros en consecuencia, contar con el equipo adecuado para poder sancionar».

Y es que en todo caso, si se pretende que esta ley tenga el efecto deseado, deberá ir acompañada de los elementos necesarios para su implementación, pues de lo contrario se corre el riesgo de que se preste a ambigüedades o sencillamente no pueda ser aplicada:

«Es igual a cuando cometes algún tipo de infracción, la infracción debe estar debidamente fundada y motivada, ok, ahí está fundada, en la ley, la ley dice que tú si excedes en tantos decibeles, te vas a hacer acreedor a una sanción, ahí está la ley, yo te me fundo en la ley, pero en el motivo, ¿cómo te compruebo que efectivamente violentaste la ley? Nadie puede ser juez y parte, porque yo te vi y yo determiné, por la experiencia, por lo que gustes y mandes no es factible, eso sería una infracción ilegal, por lo tanto sería carente de validez», añade.

Además será necesario ofrecer la capacitación necesaria en el manejo de sonómetros, pues actualmente sólo personal de Ecología tiene tanto los aparatos, como el conocimiento en el manejo de los mismos.

«Para el manejo de los aparatos o los instrumentos necesarios para medir los decibeles, sí, necesitaríamos una capacitación y el equipo necesario; luego entonces, aunque ahorita ya está regulado por una ley, si no tenemos las herramientas necesarias para llevar a cabo nuestro trabajo, no lo podríamos llevar a cabo en ese sentido, no estaríamos perfeccionando la aplicación. No sé cómo funciona con ecología, te soy sincero, pero ellos deben tener un aparato para medir decibeles, no sé cuánto cueste, si pueda ingresar al presupuesto de movilidad, en Tránsito Municipal, y hacer lo propio».

Esta ley, que entrará en vigor el año entrante, dependerá completamente de las adecuaciones, equipamiento y operatividad que el municipio pueda implementar, para conseguir los efectos que en el Congreso ya se anuncian como conseguidos.