Ciudad de México, México.

El gobierno mexicano prevé que la entrada en vigor del nuevo Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) será hasta el año entrante, debido a que el Congreso de Estados Unidos tardará entre seis meses y un año en ratificarlo, dijo hoy un alto funcionario mexicano.

El subsecretario mexicano para América del Norte, Jesús Seade, indicó que el acuerdo trilateral tendrá un retraso debido a que en el Congreso estadounidense existe una mayor presencia del Partido Demócrata, que tiene ideas distintas al gobierno de Donald Trump, que negoció el Tratado.

"Se viene complicado todo el trabajo de ratificación en Estados Unidos. Tenemos un nuevo Congreso dominado por el Partido Demócrata, que tiene sus ideas, no necesariamente las mismas que el gobierno que negoció el Tratado. Hay un elemento político de no permitir que el presidente Trump tenga sin ningún problema un gran trofeo de la negociación exitosa del tratado", expuso Seade.

En el marco de la 30ª Reunión de Embajadores y Cónsules que se celebra en la Cancillería mexicana, el funcionario planteó un nuevo "relanzamiento" del tratado comercial para que no sea mermado por la nueva composición política en Estados Unidos, y complementar los esfuerzos diplomáticos con el apoyo de la iniciativa privada de ambos países.

"Lo que tenemos que hacer es trabajar con los cuerpos políticos republicanos y, en particular, los demócratas que han llegado ahora, para encontrar formas de satisfacer sus preocupaciones sin abrir el Tratado", consideró Seade, quien participó como representante del entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador en la negociación del T-MEC.

En coincidencia, y en su oportunidad, el coordinador del Consejo Consultivo de Negociaciones Estratégicas del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México, Moisés Kalach, consideró que los cónsules de México en ciudades de Estados Unidos son "un agente clave" para que el T-MEC termine por avalarse en el país vecino del norte.

Ante el cuerpo diplomático mexicano sugirió implementar "una política de largo plazo", con la finalidad de que el gobierno mexicano y los empresarios puedan enfrentar los cambios que se dan en la política estadounidense.

Asimismo, destacó la necesidad de estrechar lazos con los simpatizantes del acuerdo comercial y con aquellos que "más cuestionan la relación, pese a que muchos son beneficiados con el intercambio comercial con nuestro país".

Para el actual gobierno mexicano, iniciado el pasado 1 de diciembre, el nuevo instrumento comercial actualizará la integración de México en América del Norte mediante la diversificación del comercio y la inversión, al tiempo que generará nuevas oportunidades y mercados para los varios sectores de la economía local.

Gracias a la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el 1 de enero de 1994, Estados Unidos se convirtió en el principal socio comercial de México, mientras que Canadá se consolidó como el quinto.

El T-MEC también requiere de la aprobación de los legislativos de México y Canadá.