Por Luz Atilano
Ayer, durante el segundo día de actividades de la XVIII Feria de ciencia, arte y tecnología del Centro Universitario de los Lagos, estudiantes de carreras como Mecatrónica, Bioquímica, Administración Industrial y Psicología, participaron en la exposición y concurso de “Experimentos documentados, proyectos de innovación y tópicos industriales”, modalidad que incentiva la investigación y la realización de acciones destinadas a descubrir o identificar determinados fenómenos.
«El objetivo principal es dar a conocer a la comunidad (universitaria) y también a la sociedad en lo que están trabajando nuestros estudiantes. Son proyectos que tienen bastante tiempo trabajando, no son de meses a ahorita, y la idea es que también ellos se sientan motivados a poder exponer esos trabajos. Algunos son proyectos de innovación, otros están vinculados a aplicaciones industriales como es el área de tópicos industriales. También están participando con nosotros esta vez los chicos de psicología con un tema que se llama infografías y los experimentos documentados…», explicó a este espacio informativo Adriana Avelar Dueñas, una de las organizadoras del evento y coordinadora de las ingenierías en Mecatrónica y Mecánica eléctrica del CULagos.
De esta manera, poco más de 20 estudiantes expusieron al jurado y al público asistente todos los detalles sobre sus trabajos, algunos constituidos ya como proyectos de tesis y otros de realización más reciente.
Erick Benjamín Núñez Torres, estudiante del segundo semestre de Ingeniería en Mecatrónica
Erick Benjamín Núñez Torres, estudiante del segundo semestre de Ingeniería en Mecatrónica y asesorado por la maestra María del Rocío Ramírez Jiménez, presentó su proyecto en la categoría de Innovación, titulado “CAIIN”, siglas de Control Automatizado de Invernadero Inteligente, una alternativa de cultivo para uso doméstico:
«Es un invernadero de tamaño reducido para uso doméstico. El invernadero tiene la capacidad de tener una autonomía sencilla, una batería, un capacitor… y una celda solar, así que trabaja sin necesidad de estar conectado a un tomacorriente. También tiene la posibilidad de optimizar y automatizar el producto. Esto nos dice que no solamente vamos a tener un producto fresco, sino que vamos a poder tener más ciclos de producción como el caso que fue el de la fresa, que está contado que va de dos a tres por año, y con el invernadero fue de cuatro a cinco ciclos por año de producción de fresa. Entonces, es un invernadero que te optimiza el producto orgánico y aparte pues es totalmente autónomo».
El proyecto de Erick Núñez plantea una solución para que sin necesidad geográfica específica, se produzcan frutos que por las características de la tierra o del agua no se dan normalmente en determinadas regiones. Una forma de obtener productos orgánicos desde casa y a bajo costo.
A diferencia de otras propuestas ya existentes, como son las macetas autónomas, el invernadero inteligente puede controlar el ambiente: no sólo se riega de forma automática, sino que controla la humedad del suelo y la temperatura, creando un ambiente perfecto para que el cultivo de prácticamente cualquier fruto pueda darse.
El estudiante también compartió que se trata de un proyecto dirigido a la sociedad, que pudiera implementarse incluso en zonas de catástrofes por medio de programas sociales a nivel nacional:
«Me estoy interesando a ver si podemos incluir en un programa nacional ya sea por parte gubernamental o independiente para que podamos en primera reducir costos, en segunda crear frutos o cultivos que no son aptos en cualquier lugar, con este invernadero haces el clima específico para que pueda darse aun así sea excesivamente caluroso o frío. Entonces vamos a poder llegar a cualquier parte de la nación, pero ocupamos el apoyo. La idea ahorita, la visión es implementarlo en invernaderos a gran escala pero también por parte del gobierno para que en muchos hogares pueda llegar esta tecnología».
Erick llegó de Atotonilco para estudiar en el CULagos y su idea de invernadero inteligente surgió hace alrededor de nueve meses gracias a su gusto por la cocina y a que en alguna ocasión no logró conseguir yerbabuena, misma que ahora cultiva por su cuenta.