Por años a expensas de que el río no se desborde




Por Gabriela Arreola

San Isidro de Abajo y San Isidro de Arriba son dos comunidades al norte de la cabecera municipal. No se encuentran muy lejos de uno de los libramientos que rodea a la ciudad de Lagos de Moreno; sin embargo, a pesar de la poca distancia, persisten en ellas ciertas características de la zona rural: terracerías y calles de tierra difíciles de transitar, deficiencias en los servicios públicos, infraestructura escolar deteriorada y ausencia de elementos de seguridad, incluso cuando se les solicita.

Un puente pequeño y bajito que no es suficiente

Los habitantes señalan que una de las principales carencias es que no cuentan con un puente del tamaño y de la altura suficientes para que en tiempos de lluvia puedan trasladarse a la cabecera municipal, pues los dos que tienen se ven rebasados por las aguas e impiden que, ya sea en vehículos o a pie, las personas puedan cruzar el afluente.

Aquí lo que comparten algunos vecinos:

«Pues también necesitábamos el puente acá en el río. Hay uno, pero está chiquito».

«Más que nada, aquí lo que nos hace falta es un puente, pero grande. Se hizo uno pequeñito, pero se hizo con la ayuda de todos los señores de la comunidad».

«Aquí adelantito tenemos uno, pero ese lo hicimos con la cooperación de todos aquí, pero se logró. Esta pasada de aquí es la más importante del rancho, porque nos queda bien cerca la carretera, aquí está pasando el puentecito, a cien metros está la carretera. Cuando crece mucho el río, sí se queda incomunicado, porque no está muy alto, sí ocupa (estar) un poquito más alto, para poder pasar bien».

Incomunicados tienen que hacer un recorrido más largo

Los pobladores de San Isidro comentan que tienen que cruzar el río para poder llegar a la ciudad de Lagos de Moreno por la vía más corta, pues acuden a la zona urbana de manera regular para, por ejemplo, tratar alguna enfermedad o comprar alimentos. También, los estudiantes tienen que cruzar por la misma vía para acudir a la preparatoria que se encuentra en El Chipinque, cosa que es imposible cuando el río crece desmedidamente.

En una situación así, los vecinos de San Isidro tienen que transitar por vías alternas, las cuales hacen que el trayecto sea más largo y hagan de camino hasta una hora, cuando, a diferencia de esto, al cruzar el puente en 15 minutos suelen estar en Lagos.

«Pero sí nos hace falta uno, porque al momento de que crece el río tenemos que ir a rodear hasta la carretera de San Luis, y la gasolina tan cara; ese es el mayor problema que tenemos aquí».

«Bueno, a veces nos íbamos acá por Granadillas, pero también por aquí por el canal tenía muchas fugas y también era imposible pasar, entonces nos íbamos hasta la carretera de San Luis, no teníamos otra opción, y luego dar la vuelta, pues es una rodeadota».

«Acá, por la carretera de San Luis, pero agarramos más retirado».

«Sí tenemos una gran necesidad del puente».

Un puente que siga funcionando aún con el río crecido ha sido una promesa de campaña que en cada proceso electoral les han hecho; desgraciadamente éste nunca se ha hecho una realidad. Es por eso que San Isidro, una comunidad que crece año con año, se encuentra siempre a la expectativa de que el caudal del río les permita el paso.