Guadalajara, Jalisco.
A pesar de que este año el Gobierno de Jalisco invirtió más de 600 millones de pesos en construir 13 plantas de tratamiento de aguas negras en la cuenca del Río Santiago, el saneamiento al corte del 31 de noviembre de 2020 fue de 63 %, lejos del 95 % que era la meta del año, de acuerdo con el sistema de indicadores Mide Jalisco.
Sin embargo, no solamente el Gobierno estatal incumplió su propio objetivo, sino que el tratamiento de aguas residuales que reportó casi al cierre de 2020 fue dos puntos porcentuales más bajo que al término del 2019, es decir, lejos de incrementar el volumen saneado con la incorporación de nuevas plantas, disminuyó.
De acuerdo con la plataforma Mide Jalisco, hasta julio había un avance estatal de 65 % de tratamiento de aguas negras, sin embargo a partir de agosto comenzó a descender, lo que implica que mayor cantidad de desechos domésticos sin sanear fueron enviados a cauces naturales.
Tan solo en el Área Metropolitana de Guadalajara, donde se genera cerca del 70 % de las aguas negras del estado, el cumplimiento a la obligación de tratarlas es mínimo.
Zapopan registra un saneamiento del 91 % y Guadalajara del 81 %, pero municipios también conurbados como Tlajomulco llega a 66 %, Tlaquepaque a 50 % y Tonalá alcanza apenas 20 %, el resto lo vierten sin tratamiento previo al Río Santiago.
Además, de acuerdo con la Comisión Estatal del Agua, la inversión de 600 millones de pesos en 13 plantas tratadoras en el interior del estado solo aumentaría en 5 % el indicador en el estado, ya que el mayor volumen de aguas residuales lo aporta el área metropolitana que por el momento no está considerada en el plan de saneamiento.