Guadalajara, Jalisco.
La violencia machista queda en indudable evidencia cuando se minimiza, humilla o ataca a una mujer de forma directa, pero existen otras manifestaciones más discretas y sutiles que no siempre son identificadas por quienes las escuchan, a pesar de tratarse de una forma de agresión; se llama micromachismo.
Los movimientos feministas han tratado por diferentes vías de visibilizarlo para erradicarlo, ya que suele ser el más normalizado, así lo señaló la especialista en estudios de género por la Universidad de Guadalajara (UdeG), Érika Loyo Beristáin.
Los micromachismos se dan en todos los ámbitos de la vida de una persona y abordan diferentes temáticas, pero los más comunes son asumir que las mujeres deben tener pareja e hijos, cargos y salarios inferiores que los hombres, entre otras más, que silenciosamente buscan minimizar a la mujer y asociarla a roles de género en agravio de su autonomía.
Para la académica, en la medida en que estas expresiones nocivas sean identificadas y reprobadas, comenzarán a quedar expuestos quienes las reproducen y será más sencillo erradicarlas.