Los Ángeles, California.
La mansión donde en 1989 se cometieron crímenes tristemente célebres contra algunos integrantes de la familia Menéndez, se ha convertido en una atracción turística que irrita a residentes de ese vecindario de Los Ángeles.
Hace unas semanas, la quietud de este tranquilo y exclusivo vecindario en Beverly Hills fue interrumpida luego del estreno de una serie sobre el asesinato que los hermanos Erik y Lyle Menéndez cometieron en contra de sus padres en esta residencia.
Ahora, diariamente y a toda hora, decenas de personas llegan para ver de cerca la mansión estilo español, protegida por una valla que prohíbe el acceso.
“Por el show de NETFLIX y poder ver la casa", Jezmine Torres, turista de Chicago.
¿Qué te llama la atención?
"El caso de los niños y el caso de que ojalá salgan”.
Ahora ya no solo son los populares vehículos cargados con turistas los que hacen el recorrido, son personas entusiasmadas con el caso que quieren un recuerdo de lo terriblemente ocurrido en esta mansión. Oscar Márquez y su novia vinieron de Colombia de vacaciones y no quisieron dejar pasar la oportunidad:
“Me llamó la atención y es como morbo de la situación de ver la casa y de ver dónde pasó todo, es más el morbo de la serie y de lo que pasó”.
Durante el mes de septiembre, la policía de Beverly Hills reportó al menos 18 quejas de residentes sobre exceso de ruido, incluso algunos casos de personas que ingresaban sin permiso al inmueble.
Los residentes no quisieron hablar en cámara. Algunos de sus trabajadores sí comentaron lo que escuchan en casa.
“A mí no me molesta en nada, pero a los dueños de la casa sí”.
Fuera de cámara, algunos residentes dijeron que les resulta incómodo porque a toda hora están llegando personas que interrumpen la quietud del vecindario.
La policía de Beverly Hills comentó que por tratarse de la vía pública, no pueden hacer nada al respecto.
“Es entendible pero nuevamente esto es Los Ángeles, es como parte del show, como dicen de aquí en Los Ángeles”.
- La mansión ya no pertenece a la familia Menéndez, fue vendida en marzo por la cantidad de 17 millones de dólares. Los nuevos dueños la están renovando y esperan que con los cambios también se acabe la fiebre del caso.
Por Fernando Mejía-Voz de América.