Guadalajara, Jalisco.
Cargados de hieleras, refrescos, cerveza, lonches, atún y salvavidas llegaron decenas de personas a Lindo Michoacán, el único balneario dentro la ciudad.
Por su bajo costo y cercanía fue la mejor opción para la familia de Arturo Fausto, la cual llegó preparada para gastar 500 pesos en un día de chapuzón de dos adultos y dos menores.
“De 500 pesos para arriba, depende todo lo que quieras llevar, gastar, todo depende. Todo depende de lo que quieras gastar en comida o los niños, que a veces quieren algo y se emberrinchan, a veces no se los compro porque se salen del presupuesto”.
Lindo Michoacán es un balneario con 80 años de historia. El terreno que lo alberga, en la calle Río La Barca, de la colonia Atlas, eran huertos con un estanque. En aquel entonces, los tapatíos tomaban carretera para llegar a este sitio y refrescarse en un día de asueto.
El dueño, Jesus Guízar Torres no desaprovechó la fama que adquirió y empezó a cobrar la entrada. Tal fue el éxito que el negocio dio para construir albercas y crear el balneario, hoy absorbido por la mancha urbana.
Jorge Aguilar, ya es cliente frecuente.
“Pensábamos en ir más lejos, pero por lo cerquita se me hace más fácil aquí, está bonito, ya tenemos tiempo viniendo y se nos hace bien”.
Consumir la gasolina más cara del país y una inflación 5.45% han mermado los bolsillos de los jaliscienses, quienes han tenido que restringir sus gastos en sus paseos.
Antes hacían compras en la fuente de sodas del balneario, ahora todos llegan con su comida, señaló el administrador de Lindo Michoacán, Rogelio Guizar.
“En cuanto afluencia de visitantes no afecta tanto, lo que sí afecta mucho es en los consumos internos, la gente ya procura venir preparada con su comida y bebida, repercute en nosotros”.
En un día de puente, Lindo Michoacán recibe 800 visitantes.